Hola gente, hace tiempo que llevo planteandome una situación existencial.
El dilema es simple: tengo curiosidad por saber a qué sabe mi semen. Si una tía lo ha paseado por su boca, no creo que sea algo tan terrible que también pasee por la mía.
Pero aquí surge un problema. Cuando me planteo el catar mi jugo es siempre antes del acto masturbatorio; pienso: "Esta vez, cuando salga la sopita, mojo el dedo y lo pruebo. Esta vez sí que sí". ¿Resultado? He llegado a la conclusión de que es imposible.
Una vez elaborado todo el plan, procedo a ejecutar el estiramiento de pellejo hasta que termino la faena, y justo en ese momento se me quitan las ganas de cometer tal atrocidad. Siempre pasa, sin excepción.
A este paso moriré y no me habré degustado.
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Un saludo.
