Lider revolucionario.
Fabrica jabon con las grasas sobrantes de liposucciones que después vende a lujosas tiendas de belleza.
Surca los cielos a lomos de un leviatán, regando el mundo con la sangre de la justicia. Los fines de semana vende Kebabs.
Era 100tífiko biomolecular en un laboratorio hasta que le mordió un perro radiactivo. Ahora gracias a un olfato hiperdesarrollado, trabaja en un laboratorio secreto bajo un gimnasio lowcost olisqueando toallas olvidadas para estudiar las feromonas humanas. Junto al gimnasio hay una comisaría y colabora con un detective de homicidios para resolver asesinatos. Solo el encargado del gimnasio sabe lo de sus poderes caninos (y es el que le proporciona huesos para roer, provenientes de la típica peña motivada que va al gimnasio a berrear y que acaban aplastados en el press de banca o desnucados contra las espalderas al salir despedidos de la cinta de correr por ponerla a 200 km/h). El detective con el que colabora piensa que su extraordinaria capacidad para rastrear y encontrar criminales se explica por su expediente en las fuerzas especiales de Turkmenistán (coartada que se inventó improvisando).