Hoy, mi compañero y yo nos hemos dirigido a una casa adinerada, en pleno auge de una conocida calle, a realizar un trabajo. La portería era oscura, tallada en madera, con sofás incorporados a un lado de la puerta del ascensor. Al picar a la puerta no he podido evitar oír detrás de esta una voz de mujer un poco demacrada preguntando: Abres tu?
Acto seguido, una dulce ama de llaves, deduzco que sudamericana, nos ha abierto la puerta. Al momento ha aparecido una señora mayor(deduzco que la abuela que no vivía en la casa debido a su insistencia por hacernos entender esto último), muy educada, que ha estado atendiendo nuestras necesidades durante la hora/hora y media que hemos tardado en terminar el trabajo. Me he dirigido un par de veces al coche a buscar piezas que hemos ido echando en falta.
Cuando estábamos apunto de finalizar la tarea ha aparecido un hombre de apariencia inocente, trajeado, ojos azules, 1,83 aprox. Deduzco que debía ser el padre de familia.
Con la tarea hecha y la factura pagada, después de darnos la mano y cruzar unos cuantos comentarios con este, para mi sorpresa ha insistido en acompañarnos a la puerta, ya que "debía abrirnos él". Llegados al ascensor parecía que nuestros caminos se separarían allí mismo, en el rellano de su segundo piso, pero no ha sido así. Ha vuelto a insistir. Llegados al rellano de la portería, nos ha indicado una nueva puerta que daba a otra más. Abriéndonos esta ultima, se ha despedido de nosotros. Mi sorpresa al salir?
Un letrero bien grande con las letras SERVICIO.
De verdad hacia falta que perdieras tu tiempo valioso tiempo para evitar que saliéramos por la puerta principal?