Rol de MdT: Cazador.

El edificio resulta ser un rascacielos pequeño de unos 40 o 50 pisos en una zona de clase media-alta algo alejada del centro comercial de la ciudad. Parece casi una ciudad-dormitorio ya que solo os es posible oir el ruido suave del tráfico como fondo mientras las calles se encuentran casi desiertas de toda vida. Los lugareños deben estar ya metidos en la cama, apurando los últimos minutos de su serie favorita o divirtiéndose en otra parte de la ciudad.

Con un encogimiento de hombros mental, los tres entráis al rascacielos. El lugar muestra claros síntomas de decadencia y años mejores en forma de desconchados, muebles viejos y cierto olor a moho. Vuestras sospechas al respecto se acrecentan al ver que carece completamente de recepción y las dos parejas de grandes ascensores exponen un cartel de "Fuera de Servicio" en un papel tan amarillento como un pergamino. Según la tarjeta, vuestro objetivo se encuentra tras una larga caminata hasta un bloque de apartamentos en el piso 37. El grupo empieza sin más remedio una larga ascensión por las escaleras de "emergencia", que ahora deben ser el único método de transitar por el edificio. Cuando rondáis el piso 9 y vuestros pulmones empiezan a doler contra las costillas, es cuando se desata el caos.

Las luces se apagan con un parpadeo fúnebre pero no quedáis a oscuras más que por unos segundos, pues todo se tiñe de tonos bermejos. La ventana de la caja de escaleras deja pasar la luz rojiza de un mar de llamas. Todos los edificios alrededor del pequeño rascacielos y la propia calle se encuentran ardiendo en menos o mayor medida mientras el pánico se extiende como la pólvora entre sus habitantes.

Parece algún tipo de accidente por parte del servicio del gas o algo similar, pues las alcantarillas se encuentran reventadas y pueden verse a simple vista mientras miles de ratas huyen. Muchas se encuentran envueltas en llamas y extienden aún más el fuego con sus muertes. Es entonces cuando os percatáis de varias ratas con un tamaño similar al de un perro grande dirigiéndose a la entrada del edificio.

Un ruido atrae vuestra atención hacia el hueco de la caja de escaleras. Un lugareño de los pisos más bajos ha salido y balbucea en alto ante la impresión de lo sucedido. De las sombras, aparece una figura difusa que destroza al propio desgraciado con un largo cuchillo mientras podéis notar como una ligera humareda empieza a ascender por el hueco de la caja de escaleras.

Se encaminan hacia el edificio, el cual resulta ser un rascacielos. Comienzan la "escalada" por las escaleras debido al estado de los ascensores, y en el momento que están cruzando el piso nueve todos los acontecimientos se precipitan. Se pueden escuchar explosiones de la calle, y un mar de llamas se vislumbra por la ventana de las escaleras, en la calle. Ven ratas saliendo de las alcantarillas a miles, y varias figuras, como ratas pero mucho más grandes se dirigen hacia el edificio. De repente un un tipo aparece varios pisos más abajo farfullando incoherencias, o al menos eso parece pues no lo llegan a entender, y tras de él asoma una figura que parece una rata pero camina como un hombre, y asesina al tipo para a continuación desaparecer tal y como había aparecido.

-Pero qué coño... -murmura por lo bajo, nada más le sale ante lo que acaba de ver. Su instinto le dice que tiene que salir de ahí ya, pero ahora mismo su cabeza le dice que sigan subiendo, al menos por el momento. Les hace un gesto con la cabeza a los otros dos integrantes del grupo para que continúen hacia arriba, a menos que a alguno se le ocurra algo, claro.

-Por que no nos ayudaste
-Nos dejaste morir a todos
-Tenias nuestra confianza y nos abandonaste
Kelahel no podía acallar las voces de su cabeza , cada día le torturaban más , cada minuto...cada hora...cada día.
Llorando en una esquina de su casa dentro de aquel lúgubre edificio , ya no lo soportaba más , estaba cansado , casi ni comia
no podia dormir.
Ya no sabia que hacer , dispuesto a acabar con todo se dirigio a la azotea del rascacielos para tirarse al vacío y así acallar las voces que le atormentaban

El grupo continua subiendo en silencio por el lóbrego rascacielos con los nervios a flor de piel y los músculos repletos de adrenalina. Al fin y al cabo, es su primera situación de combate real y son a la vez cazadores y presas en un retorcido juego sobrenatural. Es entonces cuando un nuevo elemento ambiental se une para minar aún más la cordura del grupo. Un leve rumor, como de cientos de uñas arañando pizzarra, puede oírse de forma débil pero imposible de ocultar dentro de las paredes internas del edificio.

El tiempo parece estancarse con cada inspiración y solo avanza con cada peldaño dejado atrás. Al llegar el grupo al bloque de apartamento del nivel 16, las puertas de emergencia se abren de par en par para dejar paso a una mujer en llamas con un bebé en brazos. Sus ojos se encuentran totalmente dilatados como en la peor de las Rave y ni siquiera os echa un vistazo u os pide ayuda. Simplemente continua su alocada carrera hasta despeñarse por el hueco de la caja de escaleras. Ni siquiera grita en sus últimos momentos de vida.

A través de las puertas abiertas, os parece poder oír una conversación cercana plagada de siseos junto al crepitar de las llamas y gritos de socorro humanos de fondo. Por otro lado, la escalera os aguarda de forma invitadora y segura en vuestro camino hacia las alturas ¿Cuál será vuestro camino?¿Qué peligros os aguardan?

Como si ver un asesinato en directo no fuera suficiente, ven a una mujer que se tira al vacío con un bebé. Definitivamente, no fue buena idea venir, piensa Dan.
Retoma la subida, deseando llegar al apartamento del próximo suicida. "Espero que ese malnacido haya tenido la decencia de esperarnos antes de volarse la cabeza o juro que sodomizaré su cadáver con una lámpara" Piensa mientras el cansancio hace mella en él. Apenas ha avanzado 10 escalones cuando escucha a Nathaniel.

-¡Seguid subiendo! - Y se lanza hacia uno de los apartamentos
-¡Pero qué demonios haces!- Dan apenas da crédito a lo que está viendo, como si no fuera suficientemente raro todo, ahora su compañero decide irse de expedición a hacer quién demonios sabe qué- ¿Este tío es imbécil? - Pregunta a nadie. Entonces mira a Gansoma y le espeta secamente - ¿Este tío es imbécil, verdad? Me cago en la maldita y desastrosa vida que me ha tocado vivir.

No dice nada más, sencillamente echa a correr detrás de Nathaniel y por encima del hombro grita a Gansoma

-¡Voy a por el suicida número 2, encárgate del suicida número 1!

Casi como un solo hombre, el grupo se adentra por las puertas de emergencia como quien se interna en las entrañas del primer círculo del infierno. Y es allí dónde las llamas les dan la bienvenida con su fulgor rojizo y calor sofocante aunque el fuego solo parece propagarse por techo y paredes,dejando el camino del pasillo relativamente expedito. Nada obstruye el camino, salvo las cenizas y varios gruesos montones de carbón que una vez fueron personas de carne.

Con cuidado pero sin pausa, el grupo se guía por el sonido de los lejanos gritos en el bloque de apartamentos. El arquitecto del rascacielos debe estar estonudando sin parar en estos momentos, dado vuestros pensamientos para sus ancestros y querídisima madre. Concentrados en el momento y en intentar respirar, casi os dais de bruces con una figura en mitad del pasillo.

https://vignette.wikia.nocookie.net/whitewolf/images/4/4f/Ratkin_Crinos_form.jpg/revision/latest?cb=20151113053914

Se encuentra de espaldas y eso, quizás, os ha salvado la vida. Ver a una rata de casi dos metros de altura y casi desnuda no se ve todos los días. Solo envuelve su enflaquecida carne unos vaqueros mugrientos y varias cuerdas alrededor de sus caderas, las cuales parecen sostener varias botellas de vidrio. Algo completamente primitivo se despierta en vosotros. Algo se encoge en vuestro pecho y solo quiere desaparecer. Algo brota de vuestras mejillas y desea olvidar. Solo desaparecer y dormir ¿¡ ES IMPOSIBLE QUE EXISTAN RATAS DE 2 METROS EN MITAD DE LA NOCHE?!

Y es entonces, como si se tratará de un velo, que una rabia primigenia os llena el corazón con fuego y hambre. Sois el primer cazador de la humanidad. El inventor del fuego. El escudo en la oscuridad. Ese "algo" desaparece con un gemido como el peor de los sueños en la primera luz de la consciencia. Vuestras manos se crispan sobre las armas y es entonces cuándo notáis que el extraño ser parece estar hablando en relativa voz bajo consigo mismo o con un interlocutor oculto ¿Abriréis fuego o escucharéis sus palabras?

Sigue los sonidos de ayuda por pasillos angostos y un calor infernal, el resto del grupo corre tras de él, cuando les dijo que no lo hicieran, ahora si les pasa algo es su culpa. Una punzada de remordimiento le golpea pero de repente el grupo se encuentra cara a espalda con lo que parece el ser que vieron antes con forma de rata. O si no es él, es algo parecido. Antes de que les pueda hacer señas para retroceder con cuidado, o no hacer ruido, Dan levanta el arma y amenaza a la criatura. Algo le dice que un arma normal y corriente no va a valer de nada contra esa cosa. Definitivamente no lo haría contra un vampiro y parece más humano que eso.

Abre la boca para decirle algo a Dan pero en su lugar termina dando una bocanada del aire enraecido sin decir nada, y la vuelve a cerrar.

En escasos tres segundos, el espacio entre vosotros y la abominación ratonil se llena de balas mientras todo a vuestro alrededor ruge con el flagor del fuego automático. Uno de los mayores logros de la humanidad tras la creación del fuego contra una aberración de naturaleza sobrenatural. El ser humano contra la oscuridad. El hombre con la Bestia. Y como resultado de tal conflicto, solo queda un amasijo de carne humeante, sangre pulsante y órganos desparramados. En su último estertor la rata parece intentar alcanzar su androjosa bandolera de botellas, las cuales milagrosamente se han salvado del intenso fuego automático y reposan en el suelo.

Todo asomo de gloria y alegría desaparece al percataros de que el fuego parece haberse vuelto completamente salvaje de un segundo a otro. Ahora se esparse sin control alguno, inundando el suelo del pasillo con su ígnea presencia. Y avanza hacia vosotros casi como algo vivo, un depredador elemental en busca de venganza. El tiempo apremia y las posibilidades se reducen con cada segundo que pasa ¿Que haréis?

Ante la reacción de Gansoma, Dan solo puede asentir en silencio. Esa bestia podría haberles destrozado en un solo segundo. Había olvidado la regla de oro de un cazador, sé silencioso y aprovecha el factor sorpresa.

-Deberíamos dar la vuelta - Escucha que dice Nathaniel. Dan sin embargo no puede dejar de mirar las botellas, ¿qué serán? ¿Merece la pena arriesgarse y coger una?

-Esa cosa podría estar hablando con alguien - Intenta hacerse oír Dan por encima del ruido del crepitar de las llamas- Y aquí solo hay un cadáver. Por tanto creo que lo mejor es que volemos a ver al suicida este y nos piremos de aquí. No pienso quedarme ni un segundo más en este edificio.

Dan vuelve a mirar la bandolera "¿Debería cogerlas"? Casi sin pensar se lanza a coger la bandolera y en el caso de que el peso sea abultado coge al menos una de las botellas y sale lo más rápido que puede hacia el piso superior.

La botella de prístino líquido se agita casi con vida propia mientras la trayectoria de la parábola llega a su fin...y no ocurre nada. Al momento siguiente,unas pequeñas llamas de un intenso color verde y un nauseabundo olor a putrefacción surgen de la nada. Extrañamente no parecen extenderse como el fuego normal, en busca de oxígeno y materiales que prender. Van directas haciendo el fuego, casi con hambre. Van hacia el fuego, de forma antinatural. Van hacia el fuego, dónde parecen luchar hasta que parecen consumirse el uno al otro. Y en unos pocos segundos, ya no queda rastro alguno ni de uno ni de otro.

Todo parecen buenas noticias hasta que os miráis de forma estupefacta entre vosotros. Todos tenéis la cara de un intenso color rojizo, casi tostado, y de un momento a otro, Nathaniel empieza a vomitar una extraña mezcla de sangre y vómito en el calzinado suelo. Antes de poder empezar a entender la situación o hablar entre vosotros, un desgarrador chillido inunda el pasillo y os pone de nuevo en marcha. A los pocos segundos, llegáis a una puerta reventada casi por la mitad. El origen de los gritos. El origen de un pequeño río de sangre, bajo la junta de la puerta. El origen de más problemas ¿Qué haréis?

"Esto es una locura de montaña rusa" Piensa Dan.
Parecía que el problema del fuego estaba superado, pero de repente Gansoma comienza a enrojecer, él también nota fuego en la cara, pero Nathaniel va más allá y comienza a vomitar sangre.
Sin perder tiempo, siguen hacia adelante y paran frente a una puerta de la cual surge un reguero de sangre.

-Bien, esta es la situación - Dice Dan en voz baja- Nathaniel está envenenado por radiación, no se puede hacer nada ahora mismo. Y al otro lado hay algo que no pinta muy bien. Preparad vuestras armas y disparad a la mínima señal de problemas. Quiero salir de este maldito edificio lo antes posible.

Cuando confirma que sus compañeros han entendido la idea, Dan amartilla el arma y cuenta 3 con los dedos, momento en el cual lanza una patada contra la puerta para echarla abajo.

"Que no sea una rata gigante" Piensa antes de que esta caiga.

Vuestro calzado no tarda nada en empaparse y empieza a dejar rojas huellas contra el negruzco suelo. La roja marca de bota de Dan sobre blanca mezcla de madera y plástico de la puerta es sola la guinda del pastal para la dantesca escena. La puerta se abre,con un crujido húmedo, hacia el siguiente círculo de vuestro infierno personal. Un pequeño apartamento de salon-cocina, baño y un dormitorio os da la bienvenida con una bofetada de aire frío junto al perfume de carne desgarrada.

Una familia de cinco individuos vivía entre estrecheces en el diminuto apartamento. Por las fotos, debían ser felices aún con tan poco y se esforzaban con cada nuevo día....hasta esta noche. Los cuerpos de dos adultos, dos niños y un bebé yacen mueros e irreconocibles en el suelo con una miríada de pequeños mordiscos por todos sus cuerpos. Por el rastro de sangre y la dantesca escena, la madre fue la última en caer y trató de proteger al infante con sus últimos momentos. Por otra parte, el primero en caer fue el otro adulto....una mayor profusión de mordeduras, estar armado con una escopeta y estar separado del resto de víctimas atestiguan su intento de proteger a su familia.

Dan patea la puerta con fuerza, y acto seguido Gansoma asoma la parte superior del cuerpo por la puerta y con el arma apuntando al frente, con la intención de disparar rápido ante cualquier nueva sospecha...

Lo que se encuentran dentro es aún peor que la anterior escena, una familia entera destrozada a pequeños mordiscos, parece que las ratas han tenido un festín...Dónde habrán ido? no se veía ninguna por la planta... Gansoma trata de no fijarse demasiada en la escena, si bien es bastante gore, no es la primera que se encuentra de este estilo. Le vienen a la mente recuerdos de algunas atrocidades que vivió cuando servía, es momento de correr una capa de dureza interior, siempre le sirvió para aguantar estos momentos

Nathaniel se acerca a los cuerpos para explorar, con lo que no es suficiente más atención. Decide hacer un reconocimiento rápido por la casa para encontrar alguna pista o señal que les pueda ayudar, así como encontrar algún item que le spueda ser de utilidad. Si encuentra un cuchillo lo suficientemente afilado lo cogerá, siempre va bien una arma cuerpo a cuerpo como última salvación. Mientras se mueve por las habitaciones señala a la escopeta: - Dan cógela, esto se te da bien a ti-

Con mucho reparo, Nathaniel se acerca a las víctimas y empieza a analizar las heridas, sin darse tiempo para descansar ni aprovechar el momento de calma. Los cuerpos muestran algunas zonas con escasa muestra de violencia mientras otras llena literalmente al hueso o a los órganos internos. Extrañamente, la ropa no muestra signo alguno de violencia ni rotura alguna salvo por las enormes cantidades de sangre derramada sobre ellas. Es como si las mordeduras hubieran pasado directamente a la carne.

Por su parte, Gansoma explora el lugar en busca de algo de provecho. Su búsqueda termina dando como fruto 37 cartuchos de escopeta del calibre 20, unos 500 dolares en billetes pequeños bajo la cama y un largo cuchillo de trincharcarne. El resto o es "basura" o una nefasta idea, teniendo en cuenta el estado actual del edificio y la situación de combate. Con un suspiro resignado, vuelve a Dan con la munición.

Es entonces cuando te das cuenta que Dan no ha movido un solo músculo desde hace varios minutos. Su mano se aferra agarrotadamente sobre la superficie pulida de la escopeta mientras el resto de cuerpo se mantiene helado en su posición inicial. Solo sus ojos muestra un movimiento frenético de un lado para otro con las pupilas totalmente dilatadas. La mente de Dan hace fintas contra un depredador desconocido. Frías garras intentan enterrarse en su mente. Oscuros apetitos intentan echar raíz en su corazón. Matar por matar. Alimentarse del dolor.

Claramente, el abstracto depredador no sabe quién es Dan ni su pasado. Con una sonrisa final desdeñosa, su cuerpo se estira para aflojar la tensión muscular y hasta se permite un bostezo. Aún así, notas que la batalla ganada ha tenido repercusiones aunque estás a oscuras sobre el tema. Por el otro lado, la escopeta se siente como el extremo tenso y robusto de la correa de un poderoso animal de presa.