¿Por qué nos gusta la desigualdad que genera la lotería?

M

La lotería es uno de los mecanismos de distribución de la renta más desigualitarios que existen: muchísima gente contribuye pero sólo unos pocos se quedan con el bote. Y, sin embargo, ganar la lotería no tiene mala prensa: al contrario, tanto los medios de comunicación como la mayoría de lectores tienden a mostrar cierta satisfacción —e incluso envidia sana— hacia aquellos que han salido agraciados por el premio.

Que esta actitud se dé mayoritariamente en una población obsesionada con el avance —y con la injusticia intrínseca— de la desigualdad debería llevarnos a plantearnos por qué el enriquecimiento logrado mediante la lotería es socialmente aceptado y, en cambio, el enriquecimiento alcanzado merced al libre mercado es socialmente repudiado. Y, a mi entender, esa asimetría se debe a tres factores que son fácilmente observables en la lotería pero no en la dinámica empresarial del libre mercado.

En primer lugar, el resultado de un premio de lotería es totalmente aleatorio, a saber, la victoria es percibida como subproducto de un proceso imparcial que no se halla manipulado para que siempre ganen los mismos. En cambio, la obtención de beneficios en un mercado libre es vista como el resultado de algún fraude, explotación o privilegio: la mayoría de la población cree que se trata de un sistema económico “amañado” para que siempre se lucren las mismas élites a costa del resto de la población.

Segundo, en la lotería no existe igualdad de oportunidades (aquellas personas que compran más boletos tienen más probabilidades de ganarla) pero, a pesar de ello, se la sigue considerando justa. ¿Por qué? Porque se cree que existe una correspondencia —aunque sea parcial— entre esfuerzo, dedicación y riesgo asumido, por un lado, y ganancia final, por otro: quienes más dinero arriesgan, más opciones de triunfar. En cambio, los beneficios cosechados en el mercado libre suelen reputarse derivados de ventajas heredadas (patrimonio heredado) que, por tanto, no constituyen remuneración alguna al esfuerzo o la creatividad personal.

Y tercero, en la lotería existe una elevada rotación de los premiados: es muy complicado que una persona gane de manera sistemática, lo que en última instancia significa que todos creemos que “en algún momento nos puede tocar”. Por el contrario, en un mercado libre, no es nada inhabitual que el empresario que triunfa un año siga triunfando bastantes ejercicios más.

Comprender por qué la desigualdad derivada de la lotería posee buena prensa y la desigualdad derivada del mercado tan mala prensa debería ayudarnos a los liberales a elaborar una mejor defensa de los mercados libres. Basta con que incidamos en todos aquellas características positivas que tiene la lotería y que también posee al libre mercado pese a que no se le suelen atribuir. En concreto, un mercado libre —sin interferencias gubernamentales— también asigna pérdidas y ganancias de manera imparcial dentro de un proceso competitivo: aquellos que sean capaces de generar mayor valor para los consumidores acumularán beneficios y aquellos que dejen de generarlo experimentarán pérdidas; el patrimonio heredado no constituye ninguna salvaguarda contra su progresiva pauperización, dado que si un heredero deja de generar con él valor para los consumidores, su riqueza terminará esfumándose; y, por último, la movilidad social entre las rentas altas dentro de una economía libre tiende a ser muy alta, dado que es harto complicado crear permanentemente más y mejor valor para los consumidores que el resto de competidores: y si se consigue tal gesta, bienvenidas sean tales ganancias.

En definitiva, el mercado libre no sólo debería tener tan buena prensa como la lotería, sino una mucho mejor: a diferencia de la lotería, no se trata de un juego de suma cero (uno gana porque los otros pierden) sino de suma positiva (uno gana porque los otros también ganan). Imparcialidad, esfuerzo y movilidad como parte de un incluyente proceso social de creación de riqueza: eso es el mercado libre y eso debemos ser capaces de explicar mejor.

http://blog.juanramonrallo.com/2016/12/26/por-que-nos-gusta-la-desigualdad-que-genera-la-loteria/

Besos a Usopp :buitre:

YokeseS

pan y circo

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V

#1 Pon resumen al final o tetas, si no, lo leerá muy poca gente

Fyn4r

Me lo he leido entero, mala decisión, no lo hagais

lardos

la locura cuando los humildes no quieren vivir su realidad

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JackRed

Es una fumada, pero saco municion en forma de metaforas para temas nada relacionados con el liberalismo economico.

Y al respecto: la gente de a pie no esta en contra del liberalismo economico.

M

#5 Puedes hacerlo mejor, y debes tambien.

Tr1p4s

Pues gusta porque con nada de esfuerzo se puede conseguir mucho, la esencia del español.

La desigualdad a la gente se la suda realmente, lo que prima es la envidia que es la primera virtud de este país.

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B

Porque el ser humano es trepa, envidioso y miserable.

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YokeseS

#9 sobretodo MoRdOrEye

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B

#10 Hombre, por qué crees que lo sé...

B

Bienvenido a babilonia. En uno de los países con más desigualdad de Europa donde la gente sigue conforme con las políticas de enriquecimiento de unos pocos frente a la pobreza general lo raro es que no triunfase algo como la lotería. Apostaría un dedo que somos uno de los países de la unión que más boletos vende.

Akiramaster

#1 cualquiera puede optar a la lotería comprando un boleto. Sobre la riqueza generada a través del esfuerzo, hay un problema: la sociedad vende que es fruto del trabajo duro...

¿Pero acaso no es trabajo duro el de un camarero o un albañil? En el fondo todos saben que es cuestión de preparación, de esfuerzo y de algo de suerte, pero cuando no puedes ni sabes generar ese valor, el tercer factor es el único al que se le puede achacar esa diferencia sin entrar en una depresión.
Si alguien no ha sabido generar esa riqueza, por un lado tenemos a quienes simplemente se olvidan de ello y por otro al tipo de indivíduo que acaba ensombrecido y convertido en un mediocre que intenta conseguir lo que busca a través de trampas, engaños y usurpaciones.

Exceptuando a los hipócritas; uno al fin y al cabo condena a aquello que cree nunca hará o le representará.

Moraleja: la política es un camino fácil, con pocos baches que sortear y muchas pollas que mamar. No votéis a quien os dice que representa a la democracia, pues como toda fiesta, la resaca es dura y esta dura 4 años.

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M

#13 Vamos que como alguien no es capaz de producir nada que el resto quiera tengo que darle yo a esa persona de lo que he conseguido produciendo algo que el resto si quiere.

Dilo alto y claro, estas a favor de la opresion.

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Akiramaster

#14 ¿Qué te hace pensar que hablo de mi?

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M

#15 No hablo de ti sino de tu teoria.

Ya esta, editado.

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Akiramaster

#16 No. Mi teoría dice que todos tenemos talento para desarrollar habilidades útiles para la sociedad, pero quienes poseen una menor capacidad de autodescubrimiento, acaban sumidos en las corrientes de opinión y las expectativas.

Hay, sin embargo, quien se siente superado por sus deseos y su baja autoestima. Por inútiles que puedan ser, siempre buscarán el poder que les permita paliar sus carencias.

¿Pero qué es la opresión sino un medio? La frase de que "el fin justifica los medios" no está mal, pero yo prefiero decir que "los medios justifican el fin", dando a entender que es importante tener en cuenta como uno actúa hoy, para saber que pretende conseguir mañana y poder detectar a..., los elementos indeseables de la sociedad.

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IvAnChU

vamos que no te a tocado la loteria no ?

culm3nta_

Facil. Comprar un num de loteria me cuesta 4 horas de curro y salir de casa para comprarlo.

Hacerme rico a base de esfuerzo me cuesta salir cada dia de casa y currar todos los dias.

Ppr probar que no quede

S

La lotería es de idiotas.

B

El impuesto de los tontos.

guner

Acierta en varias cosas, pero creo que se deja lo más importante.

En primer lugar, el resultado de un premio de lotería es totalmente aleatorio: Sí, en una sociedad en la que existe libre mercado la aleatoriedad (más bien una pseudoaleatoriedad) sólo existe en el minuto 0 cuando se implanta ese libre mercado y sólo bajo la hipótesis de que todos los individuos de la sociedad parten de condiciones iguales. Y pongo pseudoaleatoriedad porque lo algo que consiga escalar socialmente alguien en condiciones de libre mercado dependerá por un lado de sus habilidades personales, de sus intereses por escalar y finalmente por una pequeña componente de azar ligada a las necesidades sociales del bien que el individuo pueda producir.

Segundo, en la lotería no existe igualdad de oportunidades (...) Más bien, existe proporcionalidad de oportunidades al riesgo asumido. Pero bajo mi punto de vista la clave no es esta, sino que no existen más ventajas iniciales que la cantidad de riesgo que puedas asumir (el número de décimos que puedes adquirir. vaya). Por otra parte, en un libre mercado una posición ventajosa hace más posible mantenerse en lo alto de la pirámide de la desigualdad, mientras que la lotería se resetea cada año, lo cual enlaza con el siguiente punto: Y tercero, en la lotería existe una elevada rotación de los premiados (...), con el cual no puedo estar más de acuerdo.

Pero existe otro factor clave. En la lotería participas voluntariamente. El statu quo es no tener el premio. Obtienes una probabilidad de ser premiado en función de los décimos que compres, y ya. Una sociedad de libre mercado te obliga a participar en ella, y a estar en un estrato de la desigualdad simplemente por desarrollar tu actividad de subsistencia. No puedes decidir participar o no y no puedes escapar.

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HoRuS

A mi no me gusta, al día siguiente del sorteo intento no poner la tele

LeeSinGafas

Lo unico que jode es cuando los colegas la compran en común. Pues toca apoquinar también porque como seas al único tonto que no le ha tocado te vas a arrepentir toda la vida xD
Aunque la probabilidad es ridícula claro

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Link34

La gente no juega en estas fechas por el dinero, si Don Juan Ramón Gallo no entiende eso que se deje de comparaciones ridículas y a medias tintas y que salga a la puta calle a ver como se toma la gente el sorteo de navidad y el niño

LaChilvy

Eso de "envidia sana"... cuando veo que no me ha tocao una mierda, no pongo las noticias para no cabrearme aun mas.

Quebrant

No podemos hablar de desigualdad cuando todo el mundo tiene las mismas oportunidades.

vinilester

Los que se tiran toda la vida ansiando las carteras ajenas llenas con el trabajo de sus dueños, son los que deberian repartir toda la pasta si les toca la loteria. Dinero ganado sin esfuerzo alguno. Pero no. Hacer honor a sus palabras y pretensiones, eso no pasa nunca.

Ojo, repartir entre los suyos, entre los ansias carteras.

M

#17 Si todos tenemos talento, entonces es una cuestion de pereza? Premiamos la vagancia pues?

Yo prefiero premiar a aquel que produce algo util para el resto que a aquel que no produce nada, y ese premio te lo da el propio mercado, condenandote si vendes mierda y aupandote a la elite economica si vendes lo contrario.

oZk4h

haber participao

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