Hola queridos.
De entrada os digo que lo que váis a leer o escuchar, o no, ahora mismo es una situación bastante seria en la que, sin comerlo ni beberlo, me he visto involucrado. Necesitaba desahogarme de alguna manera así que la he escrito para contárosla, pero al ver el tocho tan infrahumano he acudido a nuestro amigo Loquendo para hacerlo más ameno.
Lo tenéis en versión audio y en escrito. Y mi objetivo de esto, además de, como ya he dicho, desahogarme, es que me expliquéis qué haríais en mi lugar.
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AUDIO
http://www.goear.com/listen.php?v=b88b130
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ESCRITO
Hola gente anónima.
Hace cosa de 6 o 7 meses acordé con un amigo (Maromi) que nos iríamos a vivir a un piso nada más volviera yo a mi ciudad, y así lo dejamos. El caso
es que hace 3 meses otro amigo nuestro (Sábado) nos llamó para decirnos que su abuela se iba a ir a Argentina para estar como mínimo un año, así que nos ofreció que nos fuéramos a vivir con él nada más llegase yo. Sábado lleva viviendo desde los 14 años (ahora tiene nuestra edad) en un piso con su abuela, y siempre se ha caracterizado por ser una persona muy independiente.
Bien, Sábado lleva saliendo con una buena amiga nuestra (Costra) desde hace ya un añito, y últimamente la relación no marchaba del todo bien porque Costra tiene una tendencia bastante molesta a crear ataduras. Sin ir más lejos, le pidió ser papá hace unas semanas. Desde entonces la comunicación con Sábado fue total, de tal manera que era normal que recibiéramos llamadas suyas un día cualquiera para hablar de lo agobiado que estaba con Costra.
Mientras tanto el plan de irnos al piso seguía inalterable y en pie, hasta que un día Costra le dijo a Sábado lo siguiente: "Oye, tus amigos no vienen hasta septiembre yo mientras tanto me podría venir aquí y ayudarte a pagar el piso". La conversación quedó por parte de Sábado en un "ya lo hablaremos", porque aunque fuese cierto que nosotros no íbamos a ir hasta pasados unos meses, él no se veía preparado para dar un paso de ese tipo con su pareja. Aún así, al volver del trabajo al día siguiente Sábado se encontró a Costra en el portal de su casa con todas las bolsas de la mudanza. Vista la situación, Sábado sólo le aclaró que nosotros íbamos a ir en un par de meses a lo que ella respondió que no había problema. Aún así Sábado siguió sintiéndose cada vez más agobiado e indeciso con su relación con Costra.
Pasó un mes y mi novia (Caracol), que en principio tenía que regresar conmigo para estudiar en la universidad de mi ciudad, supo que no iba a poder aprobar en septiembre suficientes asignaturas como para acceder a la universidad. Vamos, que va a repetir y en su casa le han cerrado el grifo. Entonces, la única solución que veíamos para que regresara conmigo (y a su madre le pareció bien) era venirse al piso con mis amigos y yo, ya que el precio del mismo era por habitaciones y ella iba a estar en la mía. Lo hablé con Sábado y con Maromi, y les pareció perfecto. Y a Costra no se lo preguntamos porque todos, Sábado incluido, pensamos que le haría muchísima ilusión ya que es una de mis mejores amigas y se lleva perfectamente con Caracol y Maromi. Además, en el piso es la que menos pinta. Todo resuelto, ¡qué bien! Pues no...
Eso fue hace un mes, más o menos, y desde entonces lo hemos ido planificando todo entorno al piso. Instituto para mi novia, mudanza, transporte, etc. Pero hace cosa de 4 días sucedió el motivo de este tocho (ya falta menos cabrones...), y me llamó mi amigo Sábado. Resulta que Costra le ha dicho que no está muy convencida de que funcione lo del piso con nosotros (Maromi, Caracol y yo), y que prefiere dejar las cosas como están y continuar viviendo ellos dos solitos. Yo me flipé en su momento, y no me lo quería creer. Ese mismo día dejamos las cosas en el aire, a la espera de ver si Costra cambiaba de parecer o daba alguna explicación más consistente. Desde entonces hemos estado llamándonos diáriamente, hasta hoy. Y hoy, por última vez, Sábado me ha vuelto a decir lo mismo de Costra y que no parece que vaya a cambiar de opinión.
Maromi y yo estamos flipando. Para empezar, la idea principal del piso se basaba en montar una convivencia entre amigos y esos éramos Maromi, Sábado y yo. Luego, Costra se apalancó de un día para otro aún a sabiendas de que nosotros íbamos a llegar en un par de meses. Y desde entonces se ha ido ganando terreno hasta montar esta situación en la que nos ha dejado a Maromi y a mí en la estacada, pero principalmente a Caracol, pues si no conseguimos meternos en ese piso ella se tendrá que quedar en su ciudad y no la podré ver hasta vete tú a saber cuándo.
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Ahora sí, a todos aquellos valientes que se hayan leído el tocho les pido que me echen un pequeño cable. Y a los demás, ¡un pin al flame más original! También los necesito.
Saludos.
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