-Eh tu no me mires mal que pin que pan que estoy mu loco eh !!!
-Si, anda, largate tron, que mi amigo/novio/primoh está mu loco y te va a rajáh!!
Y ésto es lo que me pasó ayer, antes de hacer caso (un poco indiferente, se estaban agarrando el uno al otro xD) al segundo malote y salir de ese tugurio lleno de cocainómanos (que entre semana se consideran gente de buen hacer) que es el Casco de Zaragoza. Supongo que os habrá pasado a vosotros también. Se trata de una técnica que (digo yo) habrán adquirido de películas de policías setenteros de la costa este, el clásico "poli bueno/poli malo".
El caso es que siempre que un malote me ha amenazado, siempre ha estado acompañado de un sidekick, un Robin, un Bob el silencioso, alguien que advierta de su amenazadora conducta y del rabioso frenesí que nos espera en caso de pensar en un contraataque verbal o físico. Incluso me ha pasado el caso de haberme topado con un par de sujetos usando la tactica en cuestión, y al volver por mi camino (ya que uso de vagabundear entre bares, ya que no suelo beber en éstos), los roles de cani bueno y cani malo se hayan invertido, de forma que el "mu loco" es ahora el anunciador, y viceversa.
Otra de las formas del acompañante, es la figura de la novia, pero qué podemos ya decir de éstas enjoyadas faraonas del mal gusto y las prendas de leopardo del rastrillo del domingo que no se haya dicho ya.
Nada más, solo quería comentar uno de los fenómenos más únicos y especiales de esa tribu que son los malotes. Es su cultura, y debemos respetarla.