Los temibles tercios de Flandes

B

...sufren a pie quebrado con un semblante, bien o mal pagados. Nunca la sombra vil vieron del miedo, y aunque soberbios son, son reportados. Todo lo sufren en cualquier asalto; sólo no sufren que les hablen alto.

Pedro Calderón de la Barca

Los tercios, la legendaria unidad de combate de la Monarquía Española durante los siglos XVI y XVII, fueron reconocidos como la mejor infantería del mundo. Todos se rindieron a sus pies: no sólo los comentaristas de la época, sino también las tropas enemigas y todos los historiadores posteriores. Impusieron su fuerza en múltiples conflictos, desde Nápoles y Milán hasta la frontera de Francia o Flandes. De hecho fue en los Países Bajos donde protagonizaron las más célebres gestas, de ahí que en muchas ocasiones se les suela denominar, por extensión, «los tercios de Flandes».
Soldados de varias nacionalidades formaban los tercios de flandes, sin embargo los españoles eran los más apreciados por su capacidad de combate. Todos los españoles, independientemente de la clase social a la que pertenecían, podían demostrar su valía personal y ascender peldaños en el ejército. Los tercios protagonizaron auténticas gestas allí por donde pasaron, pero llegó un momento en que la máquina de guerra perdió fuerza, eran demasiados frentes abiertos para cualquier Estado de la época. Así pereció el glorioso ejército de los tercios; no siempre se podía triunfar contra todos.

Los Tercios Españoles fueron una legendaria unidad de combate española, estos aguerridos combatientes fueron el soporte que hizo que en los dominios españoles no se pusiera el sol. La Monarquía española en los siglos XVI y XVII se basó en esta legendaria unidad de combate, a la que se le llamó tercio.

Fueron el máximo brazo ejecutor militar del imperio español, dejando honda huella como tropas de choque en los múltiples escenarios de conflicto en los que se vieron inmersos, desde Nápoles y Milán, a Flandes o en la frontera francesa, con tropas sumamente escogidas para cada ocasión. Fueron innovadores en su época y sus tácticas copiadas por las más modernas unidades militares de combate.

Pese a que su radio de acción cubría toda Europa , fue en los Países Bajos donde los tercios actuaron durante más tiempo y cosecharon sus gestas más relevantes. De aquí les viene el nombre de ?los Tercios de Flandes?, unas unidades militares creadas por la Casa de Austria.

Prolegómenos históricos

A mediados del siglo XVI toda Europa vivía en guerra. Guerra diversa, persistente y desoladora, que se inició en la contienda entre Carlos I de España y Francisco I de Francia y se alargó a las contiendas religiosasd de Alemania, pasando por la contienda contra los otomanos en el Mediterráneo.

En este contexto, Carlos I fundó los tercios, tras la reforma del ejército de 1534, a fin de garantizar las posesiones españolas en Italia. Se cree que su nombre viene dado por la ?tercia? , la legión romana destacada en Hispania, y sus orígenes más que probables, en el cuerpo expedicionario de Gonzalo Fernández de Córdoba, destinado entonces en Italia, organizado en coronelías, que agrupaban a las capitanías. Esta estructura militar, innovada por los Reyes Católicos en la guerra de Granada y en la campaña de Italia, estaba fuertemente influenciada por el modelo suizo, cuyos triunfos de la infantería suiza contra la caballería pesada de Borgoña, fueron una verdadera revolución en el arte de la guerra moderna.

1566, los habitantes de Flandes se negaron a aceptar un mayor control religioso y político por parte de Felipe II, la guerra estalla. 1572, una guerra abierta, encarnizada y sangrienta que las anteriores. Los motivos, como casi siempre, amplios y generalizados, afectando a todo el contexto sociopolítico, y por supuesto económico, unido al desarrollo del calvinismo y el nacionalismo de los Países Bajos.

El rey de España, Felipe II, paladín de la fe católica, se usó de esta cuando en verdad las principales intenciones eran las de preservar la imagen de prestigio y estrategia, y sobretodo las vías de comunicación que Holanda bridaba con importantes potencias, como Inglaterra, Francia y el propio Imperio. De hecho sus consejeros argumentaban realistamente que mientras se combatiera allí, la propia península ibérica se libraría de los azotes de la guerra.

Y en esto entran en juego los tercios, encargados de llevar la guerra a tierras lejanas, aún faltos de salario más a menudo que cobrando ya desde los tiempos de Carlos I, sin mermar esto su arrojo, valentía y estrategia el Rey de España sabía que podía contar con su valentía, y eran numerosos los episodios bélicos en los que participaban en representación de los intereses de España.

El rey Felipe II fue varió la estrategia en Flandes a menudo, pasando de la mano de hierro del Duque de Alba, la política de conciliación de Luis de Requesens o del mismo hermanastro del rey, D. Juan de Austria, hasta el pragmatismo del duque de Parma, Alejandro Farnesio.

Tras la tregua de 1609 y 1621, lograda por Felipe III, se reanudó la guerra durante más de veinte años, hasta la verdadera paz que no llegó hasta el 1648 ( Paz de Westfalia), con el reconocimiento de la independencia de lo que ahora conocemos por los Países Bajos. Fueron entregadas también dos provincias más, al norte del río Escalda, arruinando la salida fluvial de Amberes, y parte de las que ya habían ocupado en las Indias Orientales.

Fue una larga y sangrienta guerra, conocida como la de los Ochenta años, de la que España salio derrotada debido a lo enormes gastos logísticos y militares, y a pesar del heroísmo de sus Tercios de Flandes. El despliegue de los tercios, a menudo abandonados a su suerte, fue tal, que más que animar al resto de territorios ocupados a sublevar tomando como ejemplo la victoria holandesa, supuso un claro ejemplo del poderío militar español de la época, y fue digno de respeto.

Tipos de soldadesca

Los tercios fueron innovadores en técnicas militares, influenciados por la revolución militar de la época, de la que fueron los máximos exponentes. Constituían una fuerza de choque, con amplia autonomía, gran capacidad de maniobra y de potencia de fuego, basada en una combinación de arma blanca y arma de fuego, usadas a través de un arte marcial de origen español temido por su efectividad, la verdadera destreza

La más característica era la pica, una lanza de unos 5 metros, que se utilizaba para la defensa contra la caballería, (se clavaba en el suelo y se sujetaba con el pie para darle mayor inclinación), como para los ataques. La alabarda era una lanza que tenía en su extremo una cuchilla transversal aguda por un lado y de media luna por el otro; solía ser el arma de los sargentos y de los cuerpos de guardia. Las dagas para el combate cuerpo a cuerpo, y la espada, considerada el arma más noble, a menudo trasmitida por herencia, que era usada al entrar al combate directo, con técnicas de perfil a fin de reducir el blanco ofrecido al enemigo.

Las armas de fuego más comunes eran los arcabuces, usados a modo de fusiles. Al tener poco alcance, exigía maniobrar antes del disparo. Los mosquetes, que eran más pesados y se disparaban apoyados en una horquilla clavada en el suelo, produciendo destrozos importantes en un blanco cercano e inmóvil. Por tanto, en función de su armamento y habilidades, los tercios estaban divididos en tres ramas fundamentales.

Los piqueros (llamados también picasecas, y coseletes, cuando llevaban media coraza, cuya principal función era la de defender a las tropas de los ataques de la caballería rival. Su avance con las picas en posición horizontal y en formación cerrada resultaba de un efecto demoledor para el enemigo.
Los arcabuceros, que iban protegidos con la celada, peto, espaldar y escarcelas, siendo la espada y los arcabuces sus principales armas.
Y por último los mosqueteros, similarmente armados, pero con un mosquete, de mayor alcance en lugar del arcabuz, que les permitía salir de la formación cerrada y acomodarse en el escuadrón. También contaban con artillería(cañones de bronce o hierro colado, semicañones , culebrinas y falconetes) y en ocasiones con caballería (Ceriñola ? 1503).
A raíz de la sublevación en 1566, de Flandes y los Países Bajos desde Italia, España y también desde Alemania se enviaron un gran número de tropas. Siendo las de Italia, las tropas verdaderamente llamadas Tercios, de los cuales fueron por este orden los de Lombardía , mandados por Fernando de Toledo, hijo del Duque de Alba y después por Sancho de Londoño, compuesto por 10 compañías con 1.204 soldados, a los que siguieron los de Sicilia, mandados por Julián Romero, compuesto por 19 compañías, con 3.194 soldados, Cerdeña, mandado por Lope de Acuña y después por Juan Solís, formado por 10 compañías, con 1.756 soldados , Nápoles, mandado por Rodrigo de Toledo, formado por 19 compañías, con 3.194 soldados y el llamado Tercio de Galeras(que fue la primera unidad de la infantería de marina de la Historia), El Tercio de Lombardía se transformo en el de Flandes, mandado por Gonzalo de Bracamonte, 19 compañías con 4.750 soldados . Cada uno de estos Tercios , llamados Viejos ,era comandado por un maestre de campo, y su división estaba formada por doce compañías, de ellas diez de piqueros y dos de arcabuceros, de unos aproximadamente 350 hombres, aunque con el tiempo este número se fue reduciendo. Siendo de hecho un cuerpo, teóricamente hablando de unos tres mil hombres, cuando en realidad no llegaba a un poco más de mil quinientos. Estas tropas fueron llamadas la ?Infantería Española? y estaban constituidas por 1/3 de arcabuceros y mosqueteros, 1/3 por coraceros o coseletes y 1/3 por pica secas.

Hay que tener en cuenta, que por ejemplo en el Tercio del Duque de Alba convivían 5.000 españoles, 6.000 alemanes y 4.000 italianos y a pesar de la diversidad de naciones todos entendían que estaban al servicio de la Corona española y no había Dios que se atreviera a romper la formación, ni la disciplina.
Eran de casi toda la escala social de la época. Desde labriegos a hidalgos o segundones de familias nobles. No había menores de veinte años ni ancianos, ya que la condición física era primordial. Los que servían en unidades navales, debían poseer buena dentadura, para poder roer el duro bizcocho. Su alimentación era de un kilo aproximado de pan o bizcocho, una libra de carne o media de pescado, y una pinta de vino, aparte aceite y vinagre.
Castilla, Andalucía, Aragón, Levante y Navarra, los mayores lugares de reclutamiento. No disponían de uniformes específicos: una ropilla (vestidura corta sobre el jubón), unos calzones, dos camisas, un jubón, dos media calzas, un sombrero y un par de zapatos, con la salvedad de que cada cual , costeándoselo de su bolsillo, podía vestir como quisiera. La posibilidad de una paga, los posibles ascensos en la jerarquía militar y el posible botín eran los principales motivos de alistamiento y la disciplina del soldado, exigida donde importaba realmente, en el combate.

Organización estratégica

Cada unidad y cada mando eran de una estructura similar excepto en tamaño. Se podían perfectamente insertar dentro de su unidad superior. Una escuadra,(unidad subalterna de 20 hombres) estaba mandada por un cabo, una compañía (varias escuadras), estaba mandada por un capitán(mando supremo de la misma) , el cual tenía bajo su mando tenía un alférez(encargado de custodiar y defender la bandera y atender las necesidades de los soldados) , un sargento(encargado de la instrucción y buen orden de la tropa), un furriel (auxiliar del sargento y responsable de alojamientos) el cabo , ya nombrado anteriormente, el abanderado y un capellán y tres músicos (un pífano y dos tambores).
Varias compañías formaban un Tercio, bajo el mando de un maestre de campo (designado por el rey, el cual contaba con competencias, militares, legislativas y administrativas, y el enchufe, por supuesto). Este jefe, que también tenía su propia compañía, tenía un sargento mayor bajo su mando, con misión de formar el escuadrón de combate, con sus cerradas y compactas filas; un furriel mayor, un tambor general (conocedor de todos los toques de batalla), un capellán mayor, un barrachel de campaña (el cual ayudado por los alguaciles, mantenía la disciplina entre las tropas) y un auditor (el cual trataba las diligencias judiciales, tanto civiles como criminales). El posible ascenso contaba con la antigüedad, el rango social, las aptitudes y méritos en el combate, siendo el periodo mínimo de cinco años para ascender de soldado a cabo, un año de cabo a sargento, dos años de sargento a alférez y tres años de alférez a capitán.

Esta organización estaba destinada a ejercer una racionalizada estructura de mando, y hacía hincapié en la disciplina de sus tropas y su instrucción, pues cada mando se encargaba de transmitir a sus subalternos su propia experiencia militar. Se escogían las unidades de combate y los soldados para cada ocasión, consiguiendo unidades versátiles dependiendo del valor, movimientos y número de las unidades del enemigo, con las características del terreno, las condiciones políticas y económicas, etc.
Acompañados también de los servicios que acompañaban a las unidades en sus distintos niveles, empleos como el furriel, responsable de los alojamientos , el barrachel, el cual garantizaba el orden, encargándose también de perseguir a los desertores , los barberos y cirujanos, con su hospital de campaña y hospital general del ejército (en algo que por cierto los Tercios eran aún más innovadores si cabe), capellanes castrenses,etc. Y con todo ello , además les seguían una legión de personas con sus bagajes y pertenencias, como los criados, prostitutas o familiares. Todos ellos guiados por la mano de un capitán.

La formación más típica que adoptaban estas tropas era el escuadrón de picas , rodeados de otros adoptando la formación de flancos, evitando las maniobras envolventes del enemigo. También formaban pequeños cuadros en los lados. El portavoz de estas órdenes era el sargento mayor, el cual las pasaba a los sargentos de compañía y éstos a los capitanes para desplazar a sus soldados. Como dato, los arcabuceros eran la unidad de élite y por tanto estaban exentos de hacer las guardias nocturnas y tenían un ducado más de paga al mes.

Estas unidades tenían cuatro formaciones: la cuadrada (mismo frente que fondo), el prologando (tres cuadrados unidos) con la variación de la media luna (en que las alas prolongaban la curvatura, protegiendo el centro), en cuña o triangular, que adquiría forma de tenaza o que tomaba la forma de sierra, uniéndose a otros por la base; por último, la formación de rombo.

Además, cuando los Tercios emprendían un sitio se realizaban obras de atrincheramiento para rodear la ciudad, aproximando los cañones y minas a las murallas, manteniéndose un escuadrón en la reserva para prevenir la salida de los sitiados y éste también les protegía en caso de retirada. La doctrina de la época establecía oponer las picas a la caballería, los arcabuceros a los piqueros y lanzar la caballería contra los arcabuceros, aprovechando que estos después de realizar el primer disparo, eran muy vulnerables mientras recargaban el arma. Durante los primeros envites del combate para cubrir las primeras pérdidas de los piqueros, los compañeros adelantaban un paso para componer la posición cuando esta quedaba vacía, dando la impresión de un cuadro compacto.

La falta de pagas

Los problemas económicos del imperio español eran de una dimensión tan compleja, como basto era el imperio. Sin embargo se podrían resumir en algunos motivos idénticos a los que a día de hoy siguen pasando: altos cargos corruptos que recortaban a su favor o bien delataban el horario la vía de los barcos, la incompetencia de la administración pública, el absurdo ego que existía en la época y los conflictos políticos que hacían que Inglaterra expoliara o hundiera muchísimos barcos españoles por todo el imperio, aún cuando la guerra no estaba declarada abiertamente. En una ocasión, una flota española procedente de las Indias y cargada con 450.000 ducados para satisfacer las pagas de los soldados de Flandes tuvo que refugiarse en el puerto inglés de Plymouth por el clima, cuyo país era aliado de España. La reina de Inglaterra se apoderó de todo el oro español.
El 1575 fue un año crítico para la Hacienda real , el 14 de septiembre se publicó un decreto real en el que se suspendían los pagos de todos los créditos garantizados por los ingresos de la corona. Los banqueros se negaban a prestar más dinero a las arcas reales y en el 1576, año de la muerte de D. Luis de Requesens, y del saqueo de Amberes, ya se debían a los Tercios unos seis millones de escudos. Corrió como la pólvora la noticia que el poco dinero disponible se emplearía en licenciar a los alemanes del conde Aníbal de Altemps. La reacción de los españoles de las islas neerdanlesas fue inmediata; entraron por Brabante y se apoderaron de Alost, como prenda de sus pagas no recibidas, lo cual provocó en Bruselas unas manifestaciones antiespañolas por la proximidad de los insurrectos, pero luego pusieron sus ojos en la riquísima Amberes , emporio del comercio del Mar del Norte y centro de la economía y comercio europeos. Así la guarnición de Amberes y los soldados de Alost, se hicieron con la ciudad después de una breve lucha y después de muchos meses de privaciones iniciaron el 4 de noviembre de 1576 un terrible saqueo, quemando edificios y acuchillando unos 7.000 vecinos. Este saqueo se prolongó durante más de tres días y las calles estaban sembradas de cadáveres mutilados. Este acto fue comparable al ?Sacco di Roma?, por las tropas del condestable de Borbón. Además, en esa misma fecha del saqueo llegaba a Luxemburgo el nuevo gobernador general D. Juan de Austria.

Esta fue una constante en la historia de los Tercios, ya que las debilitadas arcas del estado muchas veces no podían satisfacer todas las necesidades de las tropas. Esto fue muy perjudicial para los intereses hispanos, ya que en muchas ocasiones se perdía lo que tanto había costado conseguir. ¿la respuesta de los tercios? Les ofendía cobrar cuando no habían entrado en guerra, y siempre tenían claro que luchaban por España y por su propio honor. Sin embargo, cuando se les adeudaba los haberes de varios años, y la situación era ya insostenible, se amotinaban paralizando las operaciones de la ofensiva.

En estos motines no se cuestionaba la lealtad al rey, ni paralizar la guerra, ni sabotear el orden establecido, pero llegado este momento los soldados ya no obedecían a ninguna autoridad oficial, y se dejaban guiar por el ?electo?, una especie de delegado sindical, el cual asesorado por un consejo, llevaba a cabo las negociaciones con las autoridades para que se tuvieran en cuenta sus derechos económicos y sus condiciones de vida.

Cuando todo esto fallaba entonces eran los motines el último recurso con que contaban los Tercios para lograr ser escuchados, dando rienda suelta a la llamada ?furia española? y que desemboco en los tristes sucesos de Haarlem(1573), Alost(1576) y el más celebre de todos, el ya citado de Amberes(1576) en los que durante días se robaba, saqueaba, violaba y asesinaba. El peor periodo, el comprendido entre los años 1572 y 1607, con 45 motines.

Ostende (1601-1604)

El sistema empleado por los Tercios en el sitio de las plazas fuertes era el clásico imperante en la época. Constaba de cuatro operaciones fundamentales: Cerrar las comunicaciones con el exterior (aislar la plaza sitiada para que no pudiera recibir socorro del exterior); Aniquilar los recursos defensivos de la plaza; aproximación a la misma (construyendo obras especificas, llamadas aproches) y por último la penetración (abrir un boquete o brecha en la muralla defensiva, abierto en base a la acción artillera o minas y entrar en la plaza para rendirla).
Esta ciudad flamenca, situada al oeste de Brujas, contaba con un dique de piedra de 10 metros de alto y un puerto con gran cantidad de exclusas para evitar que las aguas lo cegaran; aislado de tierra firme por un terreno pantanoso, al este tenía el canal Geule, ancho, profundo y navegable, puerta de entrada de los barcos en la villa; al oeste el canal Old Haven, poco navegable , pero difícil de vadear, estos canales estaban regulados por las esclusas de la ciudad y por el norte una gran vía abierta al mar del Norte, por donde podían recibir suministros durante la pleamar. En definitiva, una fortaleza rodeada de foso y canales. Resistió los ataques de los Tercios españoles durante tres años, desde agosto de 1601 hasta septiembre de 1604.

En esas fechas gobernaba los Países Bajos el archiduque Alberto y estaba en guerra con Mauricio de Nassau, príncipe de Orange. A mediados de 1601 empezaron a llegar las primeras tropas de los Tercios de Italia, mandados por Juan de Bracamonte, el conde de Trivulcio, el marqués de Bella, y Juan Tomás Espina. Estas tropas estaban financiadas por el archiduque Alberto, con generosas aportaciones de dinero, y también contaban con una aportación de unos 300.000 florines mensuales que aportaban las demás plazas holandesas leales al Rey de España, molestas por las continuas incursiones que los ?mendigos del mar? contra Ostende y el Papa Clemente VIII, que también colaboró con la causa católica, con dinero y asesores militares.
En julio de 1601, las tropas mandadas por el archiduque Alberto de Austria, con un total de entre 12.000 y 20.000 soldados de los Tercios españoles, frente a la ciudad, bajo el mando del general inglés Francis Vere, uno de los más célebres de la época, héroe de la batalla de Nieupoort, uniendo a sus conocimientos, su valor y una extraordinaria sangre fría, contaba con 7.000 u 8.000 hombres, contando unos 2.000 ingleses.

Tenía unas buenas fortificaciones, no en vano fueron construidas bajo el mandato del Duque de Alba, sus defensas fueron completadas por las Provincias Unidas (Holanda); tenía fama de inexpugnable, estaba bien aprovisionada de víveres y municiones. Por la parte norte era imposible, ya que los Tercios no podían cerrar esta zona por la superioridad numérica de los barcos holandeses, y estaba apoyada por tropas inglesas
La gran diferencia con otras plazas holandesas,es que Ostende nunca había caído en manos españolas , siendo como era la única plaza fuerte holandesa en Flandes. Alejandro Farnesio, duque de Parma, en el 1587 ya había desechado su conquista por considerarla una empresa suicida. Aparte de las ya mencionadas tropas inglesas y también de escoceses, los sitiados recibieron ayuda de los príncipes alemanes y de Francia, interesada en impedir que Flandes no fuera española.

En los primeros meses los sitiadores consiguieron algunos éxitos y Vere empezó a ver la necesidad de rendirse. De julio a diciembre de ese año (1601), la artillería española había disparado 163.000 proyectiles contra la ciudad y considerado el intercambio de prisioneros por ambos bandos, negociaciones truncadas al recibir la llegada de tres naves de socorro con 600 zelandeses, a lo que respondió al archiduque Alberto endureciendo el sitio y ordenando un ataque total. El ataque costó a los Tercios la pérdida de 1.200 a 2.000 hombres ante las murallas, cercenados por Vere, abriendo las esclusas y ahogando otros 2.000 hombres.
Al ordenar Alberto de Austria un nuevo asalto los soldados se le amotinaron, ya que culpaban a sus mandos de enviarles a una muerte segura y Alberto tuvo de cortar de raíz el motín, fusilando a 40 de los más alborotadores. A partir de marzo de 1602, Francis Vere fue sustituido, tomando el mando de la plaza fuerte hasta un total de seis gobernadores durante los tres años de sitio, cosa que favoreció con creces a los intereses españoles.

Por otro lado, en la corte de Felipe III se recibió a los hermanos Spinola, Federico y Ambrosio, los cuales se pusieron al servicio del rey, convenciendo a este que para conquistar Ostende era preciso destruir las fuerzas navales holandesas. El rey puso al servicio de Federico seis galeras, que perpetraron graves daños a los holandeses. Fueron después reforzadas por otras ocho galeras.
Mientras tanto Ambrosio Spinola, con el apoyo del conde de Fuentes, gobernador de Milán, empeñando su propio patrimonio y con el crédito de los banqueros genoveses, consiguió armar un ejército de 8.000 hombres y con ellos fue a reforzar las tropas del archiduque Alberto, que había sufrido un nuevo amotinamiento debido a la falta de pagas, de unos 3.000 soldados italianos, los cuales se pasaron al enemigo.
En octubre de 1603 Spinola sustituyo al archiduque Alberto en el mando de los sitiadores. Tan pronto tomó el mando Spinola se dedicó a multiplicar las trincheras, aumentando la construcción de fuertes, colocándose casi encima de Ostende. Tanto que al acudir Mauricio de Nassau en la ayuda de los sitiados y ver las trincheras de los sitiadores no se atrevió a atacarlos, por temor a los canales, diques y pantanos en medio de los cuales se habían construido las fortificaciones. Durante el largo sitio de esta ciudad(más de tres años) se tuvo de modificar la técnica existente para el sitio de ciudades, consistente en cavar trincheras hasta las murallas y la introducción de minas subterráneas, pero esta ciudad holandesa tenía la particularidad de estar rodeada de canales y fosos.

Entre todos los ingenieros militares de los tercios, destacó uno, Pompeo Targone, italiano, que puso en práctica en este célebre sitio algunas de sus invenciones : las vulgarmente llamadas ?salchichones? , las cuales eran unas estructuras de mimbre, rellenas de piedras que se utilizaron para vadear el canal Old Haven, pero otro de los canales, el Geule más profundo y caudaloso no permitían la técnica de los salchichones, entonces las tropas del conde de Bocquoi , construyeron un dique encarado al puerto, en el que se montaron cañones, los cuales hicieron imposible la llegada de refuerzos marinos. Otras de sus invenciones no tuvieron tanta fortuna, como el mismo puente Targone, un puente levadizo móvil, el propio Spinola hizo notar que un solo disparo de cañón que impactase en una de sus ruedas lo inutilizaría y también el de la artillería montada en barcas, que se hundieron en su primera travesía sin poder hacer ningún disparo de cañón.

El 20 de septiembre de 1603, Daniel DŽHertaing rindió la plaza a Spinola. Los 3.000 sitiados supervivientes fueron respetados, se estima que durante el sitio perdieron la vida unos 100.000 hombres; 45.000 de los sitiados y 55.000 de los sitiadores (70.000 hombres los sitiados y 40.000 hombres los sitiadores, según otras fuentes). Los objetivos estratégicos de la conquista de Ostende se vieron frustrados por la conquista por parte de los zeelandeses del puerto de LŽEsclusa. Ambrosio Spinola fue nombrado Maestre de campo general, mando supremo del ejército de Flandes.

Curiosidades

  • Los Tercios, en la época del Duque de Alba, a menudo se valían de acciones propias de la guerra moderna de comandos. Se perpetraban en misiones nocturnas , siempre sorpresivas, contra las posiciones enemigas. Irrumpían en los campamentos, sembrando el terror y causando el mayor daño posible, para después retirarse escudados por la noche. Llevaban una camisa blanca, encima de las corazas, para distinguirse en las noches cerradas de la húmeda Flandes, de ahí su apodo.

  • Sus eficaces tácticas fueron imitadas incluso por los famosos «grupos de combate» alemanes de la Segunda Guerra Mundial.

  • Las armas blancas y de fuego españolas eran apreciadas en todo el mundo por su calidad. Tanto es así que los cadáveres españoles a menudo aparecían limpios de cualquier arma. Los propios alemanes copiaron (o intentaron) muchos de los arcabuces y armas toledanas.

  • Desde hacía siglos se había ido forjando una cultura de la guerra que enaltecía el valor militar por encima de otras cualidades, y la estructura social estaba condicionada por esos valores. Hasta tal punto que en España todo el mundo tenía la capacidad de matarte a través de las artes marciales.

  • El honor de un soldado estaba siempre por encima de todo. Sin embargo, en su moral no se comprendía la disciplina militar de la higiene o del civismo. Un soldado honorable se demostraba en el campo de batalla, prefiriendo la muerte a decir que no podía conseguir lo que se le ordenaba.

  • El mando tenía una autoridad de hierro, y a menudo estaba rodeado por submandos muy duchos y capaces que surgían de la propia soldadesca. Era verdaderos perros de presa, capaces de saltarle las tripas a cualquiera en 5 segundos (lo que normalmente duraban los combates de espada, intercambio de dos o tres golpes).

  • La agresión o la amenaza a uno de estos mandos te costaba la vida en el instante. A menudo no había ni ejecución pública, porque en el instante sacaban la espada y te daban muerte, por mucho que intentaras defenderte, ya que estaban en habilidades muy por encima de la mayoría.

  • Hay algo que jamás aceptaban los soldados, y era que les pegaran a mano abierta. Se sabe de muchos casos de soldados que levantaron la espada contra sus superiores porque les habían pegado, aún cuando sabían que eso les costaría la muerte. Preferían morir que el deshonor de ser abofeteados como niñas.

  • La Alemania nazi, llena de estrategas inmensos, copió los sistemas de ataque de los tercios españoles.

  • En casi todas las batallas estuvieron en clara inferioridad numérica. Aún así ellos solitos se cargaron casi todas las batallas en las que participaron. A menudo enfrentados con 3 o 4 estados a la vez, como eran holandeses, ingleses o franceses.

fuente

Hilos de interés:
http://www.mediavida.com/foro/6/verdadera-destreza-arte-marcial-espanol-408410

http://www.mediavida.com/foro/6/indomables-guerreros-hispanos-409031

57
C

#1 Según tengo entendido en la peli solo muestran lo que fue el final de la batalla, vamos cuando el resto de tercios extranjeros se largaron y quedaron los 4 gatos españoles.

B

A favoritos que va, mañana me leo todo el tocho, le he hechado un breve vistazo y tiene muy buena pinta

Pic Related, de Ferrer-Dalmau:

#4 Tiene un par de cuadros de la División Azul que son simplemente awesome

2 1 respuesta
angel222

#3 Ferrer-Dalmau es un crack, lo que más me gustan son sus cuadros de las guerras carlistas, siempre desde la perspectiva del tradicionalismo ante los liberales.

#1 Muy buena información sobre los tercios, quizás te has colado en lo de la corrupción, no había tanta como pueda parecer, desde luego no tanta como ahora. Si había algo era a alta escala, ahora hay a todas las escalas. Evidentemente algo había, pero era debidamente ajusticiada, el ejemplo más claro es el secretario del Duque de Lerma, que perdió la cabeza por corrupto xD. Ahora ningún político corrupto pierde la cabeza, ni siquiera entra en la cárcel xD.

El problema más básico era que la mayoría de las ganancias los nobles las invertían en gastos suntuosos y no en invertir en mejorar las tierras, los medios de producción, etc.

2 respuestas
1 comentario moderado
PiPePiTo

El viejo Tercio no se rinde...

2
B

#4 Tanto no, había más. Se quedaban cargamentos enteros de oro, víveres, chivaban a piratas y corsarios la localización de cargamentos enteros, explotaban a las tropas a su interés, regalaban pertenencias del estado por favores, exigían lo mismo para ejercer en su cargo, y un sin fin de cosas más. Te puedes reír del PP y PSOE de ahora en comparación a los grandes de españa de los austrias.

1 respuesta
angel222

#5 épico como las hazañas que narra xD.

angel222

#7 No estoy de acuerdo contigo pero bueno xD, entonces España era el país más poderoso del mundo por ciencia infusa xD.

CuB4n1t0

se me acaba el sábado leyendo eso

1
ISAILOVIC

No estoy yo para leer mucho ahora, pero a favoritos que acaba de ir para leerlo con mas calma en otro momento

Oajala hubiera mas threads de este estilo en MV

voodoostock

hoy en dia en holanda amenazan a los niños con que viene el duque de alba sino se portan bien.

1 respuesta
T-1000

#12 Y en Inglaterra y Francia creen que el hombre lobo es español.

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IceManP08

Muchas gracias por el aporte, ya tenía ganas de un tema como éste, terminaré de leerlo te lo aseguro.

rabadisto

¡Santiago! ¡Cierra España! Grande el capitán Alatriste; los libros, claro; la peli es una mierda.

2 1 respuesta
T-1000
7 2 respuestas
IceManP08

#15 y tanto...no hay ni punto de comparación.

M0E

Y todo eso lo hacía Castilla, que todos los demás se tocaban los huevos mientras. Y eso que la mayoría no sabéis ni pronunciarlo bien.

7 3 respuestas
anksk8

¿Esto no consiste en dar tu opinión sobre algo? Si quiero historia me meto en Wikipedia a pasar el rato, o me voy a artículos más "rigurosos", no me meto en mediavida a leer un libro de historia.
Dicho esto, también diré que son interesantes los datos, pero cada cosa en su sitio.

2 respuestas
W

#1 gran aporte, pésima peli...

reading...

B

#19 Me parece que estando aquí desde 07 todavía ni te has enterado de como funciona off-topic.

7
Thiran

#19 Creo que va de que el pone un articulo sobre un tema y tu opinas si quieres y sino no entres :)

Pobre casa de alba de ser el brazo armado del reino a

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ReEpER

#18 sep luego tuvisteis que anexionaros i posteriormente absorvernos :(

Por suerte los cambios estan cerca creo : )

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angel222

#18 pffff, tío, no era sólo Castilla, eran todos los territorios del Imperio... Sí es cierto que Castilla era la que más ponía, pero no era sólo Castilla.

El mundo no lo conquistaron uno de Palencia, otro de Segovia y otro de Ciudad Real. Es ridículo pensar así, hasta parece un chiste XD.

Lo lógico es pensar que se conquistó con gente de Pamplona, Valencia, Barcelona, Nápoles, Flandes, etc.

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Ifz44

Desde hacía siglos se había ido forjando una cultura de la guerra que enaltecía el valor militar por encima de otras cualidades, y la estructura social estaba condicionada por esos valores. Hasta tal punto que en España todo el mundo tenía la capacidad de matarte a través de las artes marciales.

Eso, entre otras cosas, creo que es de fliparse un poquitín eh.

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T

#23 mpfpfpfpfpfpf ..... no ...

seguirás siendo nuestro vasallo oprimido por toda la eternidad .. condaditos.. mientras los orgullosos de ser españoles vivimos nuestra vida plenamente :>

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CaNaRy_r00lz

pero que pelotas mas cuadradas tenia que tener esta gente, yo es que solo de pensarlo me cago vivo, que te maten de un tiro mira.. pero a espada? puf tiene que ser horroroso el dolor, aunque quizas en pleno combate con la adrenalina no lo notes tanto...

La verdad me da verdadera lastima ver lo que era España y ver lo que es hoy en dia.. una nación totalmente confrontada separada... yo creo que alguno de estos levanta cabeza y se mete de nuevo bajo tierra de la verguenza que le daria ver donde estamos.

Que pena no tener la industria del cine que tiene EEUU para tener un sinfin de peliculas de esta época!

#24 el mundo lo conquistaron Españoles no ciudades o provincias

rabadisto

#25 Artes marciales se refiere a técnicas de combate como puede ser la esgrima. Y en aquella época había muchisima gente más o menos entrenada en el uso de toledana y vizcaína o similares.

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CaNaRy_r00lz

#25 supongo que sera como en la edad media en inglaterra que todo dios por orden del rey debia saber usar el arco, no es que aqui fuese por orden del rey pero siendo la epoca que era y lo util que habria sido saber algo de eso seria normal XD como dice #28

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ReEpER

#23 tranqui ya estamos acostumbrados.

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