Donación de médula ósea.

Coloquialmente conocida como tuétano, es el tejido esponjoso que se encuentra dentro de algunos huesos (como las crestas ilíacas, el cráneo o el esternón).
Contiene células inmaduras (células madre) hematopoyéticas, que son las que forman la sangre.

Hay de dos tipos:

• Roja: que forma la hematopoyesis, de la cual se generan dos linajes que son la mielopoyesis y la linfopoyesis.
  Bien pues, de la mielopoyesis se producen las células mieloides, que son los eritrocitos (eritropoyesis), los granulocitos (granulopoyesis: neutrófilos, basófilos y eosinófilos), los monocitos (monopoyesis) y los trombocitos (trombopoyesis).

Nos interesa la eritropoyesis, que es la formación de hematíes. Los glóbulos rojos, vaya.

• Amarilla: se compone de adipocitos y hematíes. Pero no voy a hablar de ella, porque no participa activamente en la formación de sangre. Sólo es una fuente de energía de reserva.

Algo muy común es confundirla con la médula espinal (en la columna vertebral), que desciende desde el cerebro por las vértebras (la cual transmite los impulsos nerviosos desde el cerebro hacia todo el cuerpo).

Es la sustitución de las células madre de la sangre del enfermo, por las de un donante sano.

Es muy importante que haya muchos donantes pues, para evitar el rechazo, ha de ser 100% compatible con el receptor, y la probabilidad es 1:40000.
Sólo 1 de cada 4 enfermos es compatible con un familiar.

Cualquier persona sana entre los 18 y los 55 años (aunque una vez inscritos es hasta los 60).

Hay dos excepciones que contraindican la donación:

• Las temporales: estar embarazada o dar el pecho.

• Las absolutas:

  • Tomar anticoagulantes (como la aspirina, el Sintrom, el dipiridamol, etc.)

  • Tener diabetes.

  • Sufrir cualquier enfermedad (o patología) pulmonar, hepática, cardiovascular, etc.

  • Sufrir cualquier enfermedad tumoral, autoinmune o hematológica.

  • Ser hemofílico o portadora.

  • Sufrir o ser portador de VHB, VHC, VIH (factores de riesgo inclusive).

  • Sufrir Fibromialgia.

  • Sufrir de obesidad mórbida.

  • Sufrir o tener antecedentes de iritis (uveítis) o episcleritis.

  • Tomar litio.

  • Tener antecedentes o factores de riesgo de trombosis venosa profunda
    o embolismo pulmonar.

  • Tener un recuentro plaquetario inferior a 1,5·10^5/ml.

  • Hay muchas otras contraindicaciones, como ser alérgico a los anestésicos. Ante cualquier duda, se consulta el caso en particular y ya está.

Muchas patologías contraindican la donación por citaféresis pero no por punción, y viceversa.

El único riesgo es el de la anestesia general o epidural, pero es muy bajo (1:50000).
En cuanto a la extracción por punción/aspiración, tan sólo puede aparecer un dolor residual, el cual tendrá una duración de unas 48 horas y se podrá controlar fácilmente con analgésicos menores (como el Paracetamol).

Hay dos maneras posibles:

• Por citaféresis (mediante extracción de sangre periférica): Durante los 4 ó 6 días previos a la extracción se administrará al donante un factor de crecimiento hematopoyético (provocando, de manera transitoria, el movimiento de las células madre de la médula ósea a la sangre) y, a continuación (cuando haya una cantidad alta de progenitores) de manera ambulatoria, se procede a la extracción.
  Para llevar a cabo la extracción, se coloca una vía en un brazo y se hace circular por unas máquinas (separadores celulares) que seleccionan y recogen las células madre de la sangre. Mientras que el resto de la sangre es devuelta al donante por una vena del otro brazo.
  El proceso suele durar unas 3 horas, en las cuales el donante está tumbado cómodamente en una camilla.
  El proceso se "complica" un pelín, cuando el donante no tienen las venas lo suficientemente gruesas para devolver la sangre y es necesario colocarle un catéter (con el cual, para mayor comodidad del donante, se le plantea un ingreso hospitalario).

• Por punción (extracción de médula ósea):