A la vista del próximo estreno de Wes Anderson, director del cual solo he visto The French Dispatch (la cual no me entusiasmó porque vi demasiada estética [muy elaborada, eso sí] pero poco poso; misma sensación que me provoca la inminente Asteroid City), me he propuesto hacer un visionado de sus principales películas (no todas) para conocer mejor a este cineasta.
Empiezo con The Royal Tenenbaums.
Me ha costado entrar, ya que considero que abusa un poco de la voz en off al principio, bombardeándote con mucha información de golpe. Una vez superado ese tramo, me ha gustado mucho la historia de esa familia de genios frustrados e infelices a causa de las complejidades del amor, la aceptación y la familia.
La relación del patriarca, interpretado brillante e hilarantemente por Gene Hackman, y sus hijos está desarrollada de forma ingeniosa. Cómo intenta arreglar las cosas con ellos, a su manera, tras haberlas desarreglado.
Me encanta la caracterización de Luke Wilson, que nunca se quita las gafas de sol y la cinta de tenis. Y cómo el personaje de Gwineth Paltrow está siempre al fondo en los planos compartidos por la familia. Son unas descripciones muy precisas de lo que les pasa y cómo se sienten.
Dos frases que me han hecho pensar:
spoilerLa primera se la dice Gene Hackman a Luke Wilson hacia el final:
-Tu relación con tal personaje estará mal visto, pero claro, hoy en día, ¿qué no lo está?
La película data de 2001 y esta es una de esas cosas que nunca han cambiado y nunca van a cambiar, por mucho que ahora se mencione que todo está mal visto y es censurable. El qué dirán.
La segunda está al principio, en la primera obra de teatro que escribe Margot, cuando son niños.
-Pero, ¿te ha gustado el desarrollo de los personajes, papá?
-¿Qué personajes? Yo solo veo un puñado de críos disfrazados de animales.
Cielo, no te enfades. Solo es la opinión de una persona.
Tiene sentido dentro de la película, pero también lo puedes extrapolar al frikismo del mundo del cine, la poca tolerancia a las opiniones divergentes, cuánto pueden afectarle al ego de un artista las “críticas” a su obra, e incluso me atrevería a decir que la escena se puede aplicar a algunos detractores del propio Wes Anderson, por lo que he leído sobre su cine.
La lectura que saco, de primeras, es que Anderson es muy particular (rarito, si se quiere), pero tiene una gran visión del mundo tal y como es.
Resumiendo, una historia con alma y unos personajes muy interesantes. Mucho más accesible que The French Dispatch.
Próxima parada, Life Aquatic.