Basicamente
#61 quiere decir que ha comprado Diablo III y es una de esas cosas que no desearía que le volvieran a pasar nunca
Hola amigo #1.
Verás, sé que quieres que pongamos fotos, pues así lo has exclamado con muchísima potencia al final de tu comentario. Normalmente suelo cumplir con las peticiones, pero últimamente estoy de un rebelde que doy asco. Ayer mismo, una atractiva jovencita me preguntó la hora y tuvimos una conversación como esta:
—Disculpa...
—Dime.
—¿Tienes hora?
—Sí.
—¿Me la puedes decir?
—¿El qué?
—Que si me puedes decir la hora.
—Por favor.
—¿Cómo?
—Que las cosas se piden por favor.
—Por favor, ¿me puedes decir la hora?
—Es pronto.
—¿Pronto pero qué hora?
—No, que todavía es pronto para decirte NADA, no tenemos NINGÚN tipo de confianza.
Con esto espero que entiendas que llevo unos días que no estoy para nadie, así que las fotos si quieres las pones tú, y si no coges un bloc, las dibujas, las pintas, te las imaginas, o haces lo que te salga de los cojones, porque yo paso hasta el mismísimo ojete de Satanás. The third eye of Satan, motherfucker.
Aquí voy a ponerte una lista de las cosas que odio que pasen. Una lista que llevo elaborando años en el monasterio franciscano en el que estoy recluso desde el siglo VIII. Cuidado aquí. Te he pillado con todo el equipo, ¿eh? ¿Cómo voy a estar en un monasterio franciscano en el siglo VIII? Por favor, todo el mundo sabe que la orden franciscana se creó en el s. XIII, guiados por las enseñanzas de San Francisco de Asís. Te he hecho un truco temporal muy violento en un abrir y cerrar de ojos. Eso sí, la próxima vez que alguien de tu entorno saque el temita franciscanos, serás un entendido. Mira, aquí va:
• Odio profundamente estar fumando y que se me caiga la punta incandescente cuando queda la mitad, sea porque alguien choca con ella y la tira o porque lo sacudo tan violentamente que la gravedad no me perdona. Volver a sacar el mechero se me hace UN MUNDO.
• Odio estar leyendo y que en un salto de línea, vuelva a empezar a leer la misma frase que acabo de leer. Es como un dejà vú muy potente y muy repentino, en cuestión de segundos. Es horrible. Es el bucle del lector. Una vez tuve que dejar de leer un libro porque me leí la misma frase como treinta y cinco veces seguidas. Te lo prometo.
• Odio sacar el móvil para mirar la hora, guardarlo y que una atractiva jovencita me pregunte qué hora es. ¡Hostia! !Aquí te he vuelto a pillar!. Creías que iba a recurrir al tópico de no acordarse de qué hora era, pero me he deslizado suavemente por tu subconsciente y he eyaculado en tu hipotálamo de una forma bellísima.
Bueno, ahora sigo pensando en más y las pongo.
Jajajaja, ¡qué mentiroso! No voy a pensar NADA más.
NUNCA.