Yo y mis manías.
Si algo tiene regulador de volumen, el número regulador debe de ser un numero acabado en 0 o en 5. Soy incapaz de dejar de leer algo en cualquier momento, tiene que ser justo en un punto y aparte o no dejo de leer.
Canto en el coche a toda pastilla, como si de un casting se tratara (creo que canto bien).
Luego cuando estoy en los semáforos miro a los lados, por si hay alguien, y si no hay, sigo cantando cual motivado.
A veces saco la cabeza por la ventana para que ondee mi melena al viento. Y sí, saco la lengua afuera tmb.
Huelo la leche siempre que la abro, tengo traumas con la leche cortada.
Tengo la manía de, cuando me rasco la webada, me miro la mano por si se cuela algún pelo de webo.
Tengo la manía de olfatear. TODO. Pero no acercándome las cosas en plan desconfiado, si no que las huelo a la distancia. Creo que tengo un sentido del olfato muy bueno y la verdad es que lo disfruto. Ya más de una persona me ha dicho 'mueves la nariz?' y no tenía ni idea de que lo estaba haciendo (se supone que abro los orificios nasales).
Cuando mi novia se va al servicio y estamos en una cafeteria o algo, a mi en seguida me dan ganas de coger el movil y mirar lo que sea. Sin embargo no lo hago, porque pienso que la gente de alrededor va a pensar "Este le esta escribiendo un mensaje al amante mientras la otra está en el WC". Antes me pasaba más pero ahora ya no pasa tanto.
Tipo de bromas raras que hago y que sólo yo disfruto.
En casa de los colegas, para joder, le doy la vuelta a las cosas (Cuadros, jarrones, botes...). Me meo de la risa cuando estoy fuera de la casa imaginándolos diciendo "Esto que coño hace del revés?.
A veces cojo los botes de nocilla / nutella y se lo meto en el bolso a las colegas. Luego, cuando lo sacan del bolso con cara de pokerface les digo delante de todo el mundo: 'Lo tuyo con el chocolate empieza a ser preocupante'.
Meto frutas en el microondas... y me vuelvo a mear imaginando a mis amigos sacando la fruta del microondas.
Cambio los cereales de caja. Meto los Chococrispis donde los Chocapic y viceversa. Una vez casi cambio el azúcar por sal, pero me pareció excesivo.
El objetivo de estas bromas es volver locos a mis amigos, o al menos crearles un continuo estado paranoide. Así, cuando encuentran las cosas cambiadas, una tras otra, se crea la sensación de tener alguien en casa... ya me entendéis. Es una manera de sentirme menos loco.
Y estas son las cosas que yo hago y disfruto y creo que los demás no hacen.