Hoy han pasado dos cosas que me han confirmado lo que venía sospechando desde hacía ya un tiempo: no hay esperanza para las generaciones futuras.
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Lo primero que ha sucedido fue el encontrarme a salida de un supermercado con un grupo de adolescentes en edad puberal que estaban alardeando de haber robado un montón de cosas dentro. Omitiría la procedencia de estos seres pero lo considero algo a tener en cuenta. Eran extranjeros, más concretamente sudamericanos y algún rumano. La conversación que tuvieron me dejó perplejo.
- Eh mira tío -abriendo su chaqueta- mira todo lo que he robado.
- Jajaja que crack, ¿y tú que has mangao? -Refiriéndose a otro
- Yo todo esto -sacándose incluso más que el primero- el que no ha robado nada es este maricón -señalando a uno de su pandi.
Acto seguido todos empezaron a reirse de él.
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Lo segundo me ha ocurrido de camino a casa ha sido encontrarme con una muchacha de más o menos la misma edad, con la BlackBerry en su mano y seguramente con un pene imaginario en la otra. Se guardó el artefacto y se dirigió al banco en el que estaba sentado un mendigo. Le pidió un cigarro, el mendigo se quedó con cara de no creérselo y tras una corta insistencia se lo dió. Le dio las gracias (algo es algo) y se fue caminando con su cigarro y su BlackBerry.
Imaginándome cómo serán de mayores o, lo que es peor, cómo serán sus hijos, me planteo las siguientes opciones:
A) El mundo se va a la mierda
España se va a la mierda
C) Estoy loco, nunca habéis visto tal cosa
D) Esto lo ha habido siempre, estoy exagerando