Bérgamo o cuando la patronal y los políticos comparten la masacre

Don_Verde

Bérgamo, la masacre que la patronal no quiso evitar

El área de Italia más devastada por la Covid-19 es un gran polo industrial. No se declaró nunca zona roja debido a las presiones de los empresarios. El coste en vidas humanas ha sido catastrófico


Caravana de camiones militares en Bérgamo.

Hay imágenes que marcan una época, que quedan grabadas en el imaginario colectivo de un país. La que no podrán olvidar en años los italianos es la que fotografiaron los vecinos de Bérgamo desde sus ventanas la noche del 18 de marzo. Setenta camiones militares cruzaron la ciudad en medio de un silencio sepulcral, uno detrás de otro, en una marcha lenta en señal de respeto: transportaban cadáveres. Los llevaban a otras ciudades fuera de Lombardía porque el cementerio, el tanatorio, la iglesia convertida en tanatorio de emergencia y el crematorio en funcionamiento 24 horas al día ya no daban abasto. La imagen plasmaba la magnitud de la tragedia en curso en el área de Italia más afectada por el coronavirus. Al día siguiente, el país amaneció con la noticia de que era el primero en el mundo en muertes oficiales por Covid-19, la mayoría en la Lombardía. Pero, ¿por qué la situación es tan dramática precisamente en Bérgamo? ¿Qué es lo que ha pasado en esa zona para que en marzo de 2020 haya habido un 400% más de muertos que el mismo mes del año anterior?

El 23 de febrero los positivos en coronavirus en la provincia de Bérgamo eran 2. En una semana, llegaban ya a 220; casi todos en Val Seriana. En Codogno, población lombarda donde el 21 de febrero se detectó el primer caso oficial de coronavirus, bastaron 50 casos diagnosticados para cerrar la ciudad y declararla zona roja. ¿Por qué no se hizo lo mismo en Val Seriana? Porque en este valle del río Serio se concentra uno de los polos industriales más importantes de Italia, y la patronal industrial presionó a todas las instituciones para evitar cerrar sus fábricas y perder dinero. Y así, por increíble que parezca, la zona con más muertos por coronavirus por habitante de Italia –y de Europa– nunca ha sido declarada zona roja, a pesar del estupor de los alcaldes que lo reclamaban, y de los ciudadanos, que ahora exigen responsabilidades. Los médicos de cabecera de la Val Seriana son los primeros en hablar claro: si se hubiera declarado zona roja, como aconsejaban todos los expertos, se habrían salvado centenares de personas, aseguran, impotentes.

La historia es aún más turbia: quienes tienen intereses en mantener las fábricas abiertas son, en algunos casos, los mismos que tienen intereses en las clínicas privadas. La Lombardía es la región italiana que más representa el modelo de mercantilización de la sanidad y ha sido víctima de un sistema corrupto a gran escala liderado por el que fue su gobernador durante 18 años (del 1995 al 2013), Roberto Formigoni, miembro destacado de Comunión y Liberación (CyL). Era del partido de Berlusconi, quien le definía como “gobernador vitalicio de la Lombardía”, pero contó siempre con el apoyo de la Liga, que gobierna la región desde que Formigoni se fue, acusado –y luego condenado– por corrupción en la sanidad. Su sucesor, Roberto Maroni, inició en 2017 una reforma de la sanidad que recortó aún más las inversiones en la pública y que prácticamente ha abolido la figura del médico de familia, sustituyéndolo por la del “gestor”. “Es verdad, en los próximos 5 años desaparecerán 45.000 médicos de cabecera, pero ¿quién va todavía al médico de cabecera?”, dijo impertérrito en agosto del año pasado el político de la Liga Giancarlo Giorgetti, entonces vicesecretario de Estado del Gobierno Conte-Salvini.

La epidemia en la zona de Bérgamo, la llamada Bergamasca, se inició oficialmente la tarde del domingo 23 de febrero, aunque los médicos de cabecera –en primera línea de la denuncia de la situación– aseguran que ya desde finales de diciembre atendían muchísimos casos de pulmonías anómalas en personas incluso de 40 años. En el hospital Pesenti Fenaroli, de Alzano Lombardo, un municipio de 13.670 habitantes a pocos kilómetros de Bérgamo, ese 23 de febrero llegaron los resultados de los tests de coronavirus de dos pacientes ingresados: eran positivos. Dado que ambos habían estado en contacto con otros pacientes y con médicos y enfermeros, la dirección del hospital decidió cerrar las puertas. Pero, sin ninguna explicación, las reabrieron pocas horas después, sin desinfectar las instalaciones ni aislar a los pacientes con Covid-19. Es más: el personal médico estuvo una semana trabajando sin protección; un buen número de sanitarios del hospital se contagió y extendió el virus entre la población. Los contagios se multiplicaron por todo el valle. El hospital resultó ser el primer gran foco de infección: pacientes que ingresaban por un simple problema de cadera acababan muriendo por haberse contagiado de coronavirus.

Los alcaldes de los dos municipios más golpeados de la Val Seriana, Nembro y Alzano Lombardo, esperaban cada día a las siete de la tarde que les llegara la orden de cerrar la población, que era lo que habían acordado. Todo estaba listo: las ordenanzas redactadas, el ejército movilizado; el jefe de la policía les había comunicado los turnos que se harían en las guardias y las tiendas estaban montadas. Pero la orden no llegó nunca, y nadie supo explicarles por qué. En cambio, sí llegaron continuas llamadas de los empresarios y dueños de las fábricas de la zona, preocupadísimos por evitar a toda costa el cierre de sus actividades. No se escondían.

Sin ningún pudor, el 28 de febrero, en plena emergencia por Coronavirus –en 5 días se habían alcanzado los 110 infectados oficiales en la zona, ya fuera de control–, la patronal industrial italiana, Confindustria, inició una campaña en redes con el hashtag #YesWeWork. “Tenemos que bajar el tono, hacer entender a la opinión pública que la situación se está normalizando, que la gente puede volver a vivir como antes”, dijo el presidente de Confindustria Lombardía, Marco Bonometti, en los medios.

El mismo día, Confindustria Bergamo lanzó su propia campaña dirigida a los inversores extranjeros para convencerles de que allí no sucedía nada y de que ni de broma iban a cerrar. El eslogan era inequívoco: “Bergamo non si ferma / Bergamo is running” (Bérgamo no se detiene).

El mensaje del vídeo promocional para los socios internacionales era un despropósito: “Se han diagnosticado casos de Coronavirus en Italia, pero como en muchos otros países”, minimizaban. Y mentían: “El riesgo de infección es bajo”. Echaban la culpa a los medios por un injustificado alarmismo, y mientras mostraban a obreros trabajando en sus fábricas presumían de que todas las fábricas continuarían “abiertas y a pleno rendimiento, como siempre”.

Tan solo cinco días después estalló el enorme brote de contagios y muertes que acabó siendo el más importante de Italia y de Europa. Pero ni así retiraron la campaña, ni mucho menos se plantearon cerrar las fábricas. Confindustria Bergamo agrupa a 1.200 empresas que emplean a más de 80.000 trabajadores. Todos fueron expuestos al virus, obligados a ir a trabajar, en buena parte sin medidas adecuadas –hacinados, sin distancia de seguridad ni material de protección–, poniéndose en peligro a ellos mismos y a todo su entorno.

El alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, del Partido Democrático, también se había unido al clamor de no cerrar la ciudad y el 1 de marzo invitaba a la gente a llenar los negocios del centro con el eslogan “Bérgamo no se detiene”. Más adelante, frente a la evidencia de la catástrofe, se arrepintió y reconoció que había tomado medidas demasiado blandas para no entorpecer la actividad económica de las potentes empresas de la zona.

El 8 de marzo los contagios oficiales en la Bergamasca habían pasado, en una semana, de 220 a 997. Por la tarde se filtró que el Gobierno quería aislar la Lombardía. Después de horas de caos en que muchos abandonaron Milán en estampida, Giuseppe Conte apareció, ya de madrugada, en una confusa rueda de prensa a través de Facebook para anunciar el decreto. No era lo que esperaban los alcaldes de las poblaciones de la Val Seriana: nada de zona roja, sino naranja. Es decir, se restringían las entradas y salidas de los municipios, pero todo el mundo podía seguir yendo al trabajo.

Al cabo de dos días, el confinamiento se extendió a toda Italia por igual. Y nada cambió en la zona de la Bergamasca, donde los contagios crecían y crecían al mismo ritmo imparable de sus fábricas funcionando a toda máquina. “Cuando todos en la zona, sobre todo en Nembro y Alzano Lombardo, daban por descontado que se iba a declarar la zona roja, algunas empresas importantes de la zona hicieron presión para retrasarla lo más posible”, cuenta Andrea Agazzi, secretario general del sindicato FIOM Bérgamo, en el programa Report, de la RAI. Y añade: “Confindustria jugó sus cartas y el gobierno eligió de qué parte iba a estar”.

Los contagios y las muertes aumentaron imparables, especialmente en las zonas industriales de la Lombardía situadas entre Bérgamo y Brescia. Un mes exacto después del primer caso oficial de coronavirus en Italia, el sábado 21 de marzo, se llegó al triste récord de casi 800 muertos diarios. Los gobernadores de la Lombardía y el Piamonte –otro gran polo industrial– declararon que la situación era insostenible y que era necesario detener la actividad productiva. Conte, que hasta entonces se había mostrado contrario a la medida, apareció por la noche abrumado para decir que sí, que ahora sí, se cerrarían “todas las actividades económicas productivas no esenciales”.

Confindustria se activó de inmediato e inició una ofensiva de presión al Gobierno. “No se pueden cerrar todas las actividades no esenciales”, decían en una carta al premier detallando sus exigencias. Los industriales lograron que el decreto tardara 24 horas en ser aprobado y que Conte aceptara sus condiciones. En efecto, el Gobierno había elegido de qué parte estar, y no era la de los trabajadores.

Los sindicatos, en bloque, se pusieron en pie de guerra y amenazaron con una huelga general si no se cumplía el cierre real de las actividades productivas no esenciales. Confindustria había conseguido que se añadieran a la lista de actividades que podían seguir funcionando muchas que no eran de primera necesidad, como las de la industria de armas y municiones. Además, incluyeron una especie de cláusula que permitía, en la práctica, que cualquier empresa que declarase que era “funcional” para una actividad económica esencial pudiese permanecer abierta. Esto hizo que solo en un día, en Brescia, la otra provincia lombarda golpeada por el coronavirus, más de 600 empresas que no estaban en la lista de las esenciales iniciasen los trámites para poder continuar en funcionamiento.

”No entiendo los motivos por los que los sindicatos querrían hacer huelga. El decreto ya es muy restrictivo: ¿qué más se tendría que hacer?”, dijo, poco empático, el presidente de Confindustria, Vincenzo Boccia. Y añadió: “Ya perderemos 100.000 millones de euros al mes; no detener la economía conviene a todo el país”. Annamaria Furlan, secretaria general del sindicato CISL, trató de explicárselo: “Hace 40 años que soy sindicalista y no he pedido nunca el cierre de ninguna fábrica, pero es que ahora está en riesgo la vida de las personas”.

Los trabajadores de las fábricas iniciaron protestas y paros mientras los sindicatos negociaban con el Gobierno, que al final recapacitó. Se eliminaron algunas actividades de la lista de las más de ochenta consideradas esenciales, como la industria armamentística o los call-centers que venden por teléfono ofertas no requeridas, y se restringieron las industrias petroquímicas. También se acordó que no era suficiente la autocertificación de una empresa para pasar a ser considerada funcional para una esencial, y el compromiso de tutelar el derecho a la salud de los trabajadores que continuasen en las fábricas. Con todo, quedaron puntos ambiguos en el decreto y hay una zona gris que permite a muchas fábricas continuar abiertas. Del mismo modo, muchos obreros continúan trabajando sin la debida distancia de seguridad ni el material adecuado.

Las fábricas de la Bergamasca continuaron prácticamente todas abiertas hasta el 23 de marzo, cuando los contagios oficiales en la zona ya eran casi 6.500. Una semana después, el 30 de marzo, a pesar del decreto de cierre de “todas las actividades productivas no esenciales”, había 1.800 fábricas abiertas y 8.670 infectados oficiales en la zona.

Pongamos nombre a las fábricas que no quisieron cerrar. Una de las empresas de la zona es Tenaris, líder mundial en la fabricación de tubos y servicios para la exploración y producción de petróleo y gas, con una facturación de 7.300 millones de dólares y sede legal en Luxemburgo. Emplea a 1.700 trabajadores en su fábrica de la Bergamasca y pertenece a la familia Rocca, con Gianfelice Rocca, el octavo hombre más rico de Italia, de propietario. En la provincia de Bérgamo, como en toda la Lombardía, la sanidad privada es muy potente. En la Bergamasca, en concreto, la mitad de los servicios sanitarios pasan por la privada. Las dos clínicas privadas más importantes de la zona, que facturan más de 15 millones de euros anuales cada una, pertenecen al grupo San Donato –cuyo presidente es nada menos que el ex-viceprimer ministro italiano Angelino Alfano, exdelfín de Berlusconi– y al grupo Humanitas. El presidente de Humanitas es Gianfelice Rocca, también propietario de Tenaris, la industria que no ha querido mandar sus trabajadores a casa. La sanidad privada bergamasca no se activó por la emergencia Coronavirus hasta el 8 de marzo, cuando, por decreto, se tuvieron que posponer todos los servicios no urgentes. Solo entonces empezaron a hacer sitio para los pacientes con Covid-19.

Brembo es otra gran empresa con fábricas en la Bergamasca. Pertenece a la potente familia Bombassei, también metida en política: Alberto, el hijo del fundador, fue diputado por Scelta Civica, el partido de Mario Monti. Tiene 3.000 trabajadores en sus fábricas de la zona de Bérgamo, donde producen frenos para coches. Factura 2.600 millones de euros. No quisieron cerrar.

La Val Seriana fue industrializada en gran parte por empresas suizas hace más de 100 años, por lo que la presencia de fábricas ligadas a Suiza es aún importante. Otra gran empresa que tiene más de 6.000 trabajadores en Italia, más de 850 en la Bergamasca, es ABB, con capital suizo y sueco. Líder en robótica, factura 2.000 millones de euros. El 30 de marzo seguía abierta con total normalidad.

Persico, empresa italiana que produce componentes de automoción, con 400 trabajadores y 159 millones de facturación, tiene sede en Nembro, el municipio con más muertes por Covid-19 por habitante de Italia. Pierino Persico, el propietario, fue uno de los que más se opuso a que se declarase la zona roja.

En Nembro, en marzo de 2019 murieron 14 personas. El mismo mes de este año han sido 123 (un aumento del 750%). Y aun así, los infectados oficiales son solo 200. En Alzano Lombardo, en marzo del 2019 murieron 9 personas; este marzo, 101. En la ciudad de Bérgamo (de 120.000 habitantes) los muertos este marzo han sido 553, mientras que en marzo del 2019 fueron 125. Los datos de infectados no son fiables porque no se hacen tests, y desde la Protección Civil italiana –que ofrece los recuentos– se advierte que los números deberían multiplicarse al menos por diez. Según un estudio publicado por el Giornale di Brescia, en esta provincia lombarda la cifra de infectados sería 20 veces mayor que la oficial, un 15% de la población. Y lo mismo con los muertos. Según este estudio, serían el doble de los oficiales, es decir 3.000 solo en la provincia de Brescia. La falta de tests –a los vivos y a los muertos– hace imposible efectuar un recuento fiable. Lo que sí se sabe es que Italia es el país del mundo con más fallecidos por Covid-19, alrededor de 18.000, y la mayoría son de la zona del norte industrial.

Ahora, frente a los miles de cadáveres y a una población que empieza a convertir su dolor en rabia, todos se sacuden las culpas. El gobernador de la Lombardía, el leghista Attilio Fontana, culpa al gobierno central y asegura que no fue más estricto porque no le dejaron. En realidad, si hubiera querido habría podido serlo, como lo fueron los gobernadores de Emilia Romaña, Lacio y Campania, que decretaron zonas rojas en sus regiones. La verdad es que ninguna autoridad ha estado a la altura, excepto los alcaldes de las poblaciones pequeñas, que son los únicos que han reconocido –y denunciado públicamente– las presiones de los industriales, que les asediaban a llamadas para intentar de todas todas evitar o posponer el cierre de las fábricas. Desde una Bérgamo herida y aún en shock, los ciudadanos empiezan a organizarse para pedir que se esclarezcan los hechos y que alguien asuma, al menos, la responsabilidad de haber permitido que los intereses económicos primasen sobre la salud –es decir, la vida– de los trabajadores de la Bergamasca. Muchos de ellos, por cierto, precarios.

https://ctxt.es/es/20200401/Politica/31884/Alba-Sidera-Italia-coronavirus-lombardia-patronal-economia-muertes.htm


Cuando leí que hoy empezaba a terminar la idea del paro económico total para volver a comenzar la fiesta, sin terminar todavía con la pandemia, solo pude recordar este maravilloso artículo sobre lo que sucedió en Bérgamo. Allí, la patronal y sus lobbys, junto a los mafiosos políticos habituales, presionaron para no cerrar la zona, no vaya a ser que sus maravillosos beneficios se viesen reducidos más todavía. Y esto provocó que fuese de las peores zonas de Italia, donde la sangre de los explotados y los trabajadores, más que nunca, movió los engranajes de la maquinaria económica para que las gordas carteras de algunos fuesen algo más gordas. Recordadlo cuando hoy os vuelven a mandar a muchos al matadero, arriesgando vuestra salud y la de vuestras familias, para que la gráfica no baje, para que puedan seguir manteniendo su nivel de vida, para que te den tus miserables migajas. Recuerdas a las víctimas de Bérgamo, cuya sangre y la de tantos otros, en el pasado, en el presente y el futuro, moverán los engranajes de un sistema económico podrido donde la vida humana importa, literalmente, mucho menos que el beneficio particular. DEP.

¿Cuantos muertos costará adelantar las medidas y meter a la gente de nuevo en vereda para que esto no caiga? ¿Cuanta sangre extra tendremos que pagar los españoles para sostener el castillo de naipes? Porque las máquinas de desinformar ya están a tope, por supuesto

https://elpais.com/sociedad/2020-04-12/una-vuelta-al-trabajo-sin-romper-la-seguridad-del-confinamiento.html

Aunque hay voces contrarias a levantar la hibernación, algunos expertos advierten de que alargar el parón económico tiene efectos más graves en la salud de los vulnerables

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G

Da igual, estos muertos ya se los han colgado al comunismo, tienen vía libre.

Cuando la gente habla de colgar a Sanchez y a los políticos, pues ok, pero no hay que olvidar que son los títeres, el que mueve las cuerdas siempre esta detrás.

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Drakea

Por lo pronto nosotros también vamos haciendo méritos para ver cuantos mueren para no parar el país. Como si la economía no se fuera a ir a la mierda de todas formas.

Vamos repitiendo todos los errores de Italia de uno en uno.

8 1 respuesta
Don_Verde

#3 Pero lo mismo se va un poquito menos para unos pocos, sacrificando solo unos cientos o miles de peones. Piensa en eso, en el bienestar del político y del empresario sin escrúpulos. ¿No merece mantener su forma de vida unos pocos más de sacrificios?

G
#1Don_Verde:

algunos expertos advierten de que alargar el parón económico tiene efectos más graves en la salud de los vulnerables

Esto seria aplicable a la eterna viñeta de

- Nosotros o el Caos,
- El caos, el caos
- Da igual, también somos nosotros

Menudo chantaje, desde luego que el capitalismo es una maquina engrasada con sangre.

3 2 respuestas
B

#5 Si, pero a quién le importa?

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Don_Verde

#5 Básicamente, es una forma de sutil de decir que a currar jugando con la salud de los currelas y sus familias o a pasar hambre. Aunque probablemente, luego después venga otro guantazo económico de cojones.

Vamos, que en realidad todos sabemos quienes son los más interesados en mantener el circo. Y si, el capitalismo funciona a sangre y fuego, con una máscara de sutilidad cuando el viento sopla a favor, sin máscara cuando sopla en contra.

Y por favor, que no me venga ninguno con "pues el comunismo..." que no tengo ganas de entrar en el quincuagésimo debate sobre el comunismo, que no creo que venga al caso y ya nos conocemos.

4 1 respuesta
G

#6 Debería a los afectados, cuanto menos.

#7 Bueno, hoy he visto por twiter que en Francia por ejemplo el descontento estaba subiendo otra vez como la espuma. No creo que Italia o España sea una excepción, lo mismo cuando lo más grave acabe se vienen un par de sorpresas a algún dueño de esas fabricas.

No, si lo del comunismo yo lo he dicho por la noticia esa de la asociación, hay un hilo por aquí creo.

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Don_Verde

#8 Si eso ocurriese, ya movilizarían algo más contundente, no se, alfiles en forma de UIP o algo así, para que no pasase nada, no te preocupes. Como siempre, vamos.

No va por tí lo del comunismo, estoy siendo previsor para cuando vengan :P

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G

#9 Si, pero date cuenta que de la anterior crisis económica y de toda la protesta social salio Podemos, hoy en día no saldría otro partido así ya que Podemos ha agotado esa via. La via política de la izquierda socialdemócrata para canalizar el descontento esta muerta, por lo que solo queda otra vía...

Es lo malo de que cada vez las crisis sean tan gordas y tan cercanas en el tiempo, no da tiempo al sistema a regenerarse y canalizar el descontento.

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Don_Verde

#10 Te explico como va esto, que ya he vivido varias de estas. Los socalmemócratas, la única izquierda tolerada y aceptada, gobiernan y la cagan al no poder compaginar las exigencias sociales de las que se hacen líderes con la realidad, apartes de que a muchos les gusta el sillón y el poder como a un rociero la cocaína. Acaban realizando políticas de derechas o, para ser sinceros, las que mandan los lobbys de turno. La gente se cansa, protesta y tal y entra a gobernar la derecha, que aplica las mismas políticas que los socialmemócratas, con algo de recorte a nivel de cosas sociales y algo más dureza a nivel económico. En 4 años, la gente se cansa y se olvida de las cosas anteriores que hicieron los socialmemócratas así que le dan otra oportunidad. Vuelta a empezar el ciclo.

6 3 respuestas
G

#11 Si, eso pasaba en el bipartidismo.

Pero ahora con otra crisis y con la anterior muy cercana en el tiempo. Con la vía política muerta y ocupada por un Podemos que ya no tiene el gancho de antes...

Yo solo veo dos escenarios para que la izquierda canalice el descontento, o la vía violenta en forma de disturbios muy fuertes y a saber que pasará o la radicalizacion de la izquierda socialdemócrata, caso también raro de ver.

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Don_Verde

#12 El próximo gobierno es PP con VOX y el apoyo residual de C's y alguno más. 8 años de Casado o algo así y la gente vuelve al redíl sociata, con Podemos de IU 2.0. Puedes guardar el mensaje si quieres, lo vas a ver por ti mismo.

1 respuesta
G

#13 8 años de conservadores y neoliberales en plena crisis con recortes y demás...si no peta todo tiro la toalla y me mudo a Andorra XD

Te lo guardo porque yo también lo veo posible, pero una cosa es la política parlamentaria y otra cosa la calle, también hay que tenerlo en cuenta. En Francia a Macron si que lo veo difícil que aguante por ejemplo, con lo que le espera.

carbonara

Iglesias ya ha sacado la artillería mediática... Veremos cómo responde Snchz al golpe.

denimH

No conocía tan al detalle lo que ha pasado en esa zona de Italia. He flipado muy muy fuerte al leerlo. No me esperaba que pudieran dejar a nuestro (des)gobierno como los buenos.

1 respuesta
T

#16 Lo gracioso es que le han regalado el gobierno a Salvini. En septiembre del año pasado le echaron porque su socio de gobierno, que era el Movimiento 5 Estrellas, cambió de rumbo y pactó con los socialdemócratas.

Después del pacto Italia se comió alguna crisis con los dichosos barquitos de las ONGs de los que antes no se dejaban atracar y ahora sí, y si ahora le sumas todo lo del coronavirus y la campaña anti-UE que está haciendo en las redes Salvini, pues lo mismo saca hasta mayoría absoluta xD

1 respuesta
ChaRliFuM

No sé hasta qué punto lo de no parar la economía es solo cosa de la patronal... Hace apenas una semana entrevistaron en directo al representante de UGT que acudió a la reunión entre Gobierno, sindicatos y patronal para abordar precisamente este tema y este señor era partidario de ir abriendo la industria y que se empezara de nuevo a trabajar.

Pero es que además hay muchísimas empresas del sector industrial que no quieren empezar a trabajar de nuevo. Donde yo vivo varias de las fábricas más importantes han retrasado la apertura de sus centros porque, aunque obviemos la salud de los trabajadores, lo cierto es que a muchas empresas no les interesa abrir las líneas de producción pues: o no hay suministro de materias primas, componentes, piezas, etc o bien la demanda ha caído tanto que lo más adecuado es reducir y retrasar la producción.

5 3 respuestas
Kenderr

Es trágico y nosotros seguimos su camino.

Voy en el tren y va lleno, ni distancia ni pollas, gracias a que el Gobierno ha recortado los trenes de tal forma que ni en verano hay tan pocos.

wedgebiggs

#11 En realidad todo es más podrido de lo que dices, fíjate en los varones del Psoe y sus puertas giratorias. No aplican lo que dicen no porque la caguen, sino porque no son de izquierdas. El PSOE es centroderecha que se ha vestido de izquierda para crear la ilusión de la alternanza y la gente se lo ha comido con patatas toda la vida. Con Podemos pareció que se rompía el esquema pero ya vemos como ha acabado, la última bala de la izquierda a la mierda.

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tute07011988

#18 no me creo que UGT actúe de esa forma en contra del obrero, y menos cuando gobierna el PSOE. No puede ser.

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Mar5ca1no7

#18 El hijo de puta de ccoo solo hablaba de "economia" y puestos de trabajo en peligro cuando le entrevistaron.

Los sindicatos han dejado claro que estan por los empresarios y el gobierno.

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Drakea

#18 CCOO y UGT son extensiones del PSOE. Llamarles sindicatos es un insulto.

11
B

#17 que va, parece ser que Salvini fue un justafluer y se ha pegado tirito en el pie.

Y digo parece porque recuerdo haberlo leído a algún usuario por acá

3 respuestas
perche

no pasa nada aqui podemos hace que se refunfuña un dia antes y ellos ya libres de toda culpa.

MrBigel

Todos y cada uno de los empresarios que ejerció presión para que no cesen sus actividades económicas debe ser penado y reconocido por atentar a la sanidad pública. Terroristas con corbata.

tute07011988

#24 los mismos que se vanaglorian del norte de Italia y echan pestes del sur, cuando empezaron a surgir tantos casos, se fueron corriendo a protegerse allí. Algo así como los liberales reclamando ayuditas a papi estado.

2
B

#2 son muertos del comunismo por China

doogie780

#11

Y así, desde el 75. Y que tus allegados, desde hace 3 legislaturas te pregunten "a quién vas a votar?"

Qué cansinez.

sephirox

#24 Eso parece: https://www.lavanguardia.com/politica/20200412/48434645601/conte-se-reafirma-con-la-pandemia-que-ha-descolocado-a-salvini.html

1 respuesta

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