Comenzó como un simple incidente de tráfico, y terminó como una escena de película. Dos coches se golpean y el guardia civil termina encañonando con su pistola a uno de los conductores. Fueron momentos de enorme tensión que se vivieron ayer en la capital.
En una céntrica calle de Madrid, un guardia civil vestido de paisano se identifica al conductor del todoterreno y después le encañona ante los movimientos extraños en el interior del vehículo.
Poco antes se había producido un altercado de tráfico, ante la negativa del conductor a parar su coche, el agente decide actuar. Golpea una y otra vez la luna delantera. Durante varios minutos discute y le exige que baje del coche, el conductor se niega y permanece en el interior.
Llegan dos policías municipales, el guardia civil con el arma levantada se identifica. La tensión y los nervios aumentan. Los cientos de conductores que circulan esa hora por la A-5 no dan crédito. Incluso los servicios de emergencia acuden al lugar pero rápidamente emprenden la marcha.
Una vez identificado el agente de paisano, los tres obligan al conductor a bajar del vehículo. Éste se sigue resistiendo. Todo termina en comisaría.
Demasiada jungla de Cristal ha visto para montar semejante escenita por un golpe con el coche. El conductor que se niega a salir el Coronel del ejercito.
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