Más de una. Lo bueno que siempre ha sido en casa, menos mal...
Una vez pille tal ciego (apenas me tenia en pie), que debia estar con la recamara llena y subiendo las escaleras de casa con la ayuda de un colega, al hacer fuerza me cague.
Me dormi toda la noche con el calzon lleno cual pañal, a la mañana lo meti en una bolsa y al contenedor.
cagar un zurullo encima no, pero tirarte un peo de esos caldosos y dejar el calzoncillo bien empapado si.
Pues hace un par de años en el autobús Córdoba Granada me dieron unos retortijones brutales que me iba a cagar encima y el bus no tenía baño ni hacía paradas, aguanté no sé ni como y le dije a mi colega que me pillara mi maleta porque saldría corriendo a cagar. Llegué a los baños por poquísimo y cagué como nunca he cagado en mi vida. Ahora lo recuerdo y me río pero lo pasé fatal
Ya lo respondí una vez en el thread de la mujer que defecaba en el Mercadona:
Yo con 16 años, de fiesta en Salou. Salimos a las 7:00H aprox de la discoteca y vamos a almorzar al único sitio que vimos abierto, un bar de guatemaltecos sureños que nos prepararon un rico 'croasan' + cafe con leche. Vamos a la playa y me entra el apretón, ellos se quedan en la playa.
Me voy corriendo al aparta-hotel de otro chico de nuestra misma ciudad que por casualidad estaba veraneando con sus padres. Cojonudo, ya tengo lugar donde rebentar.
Entro en el aparta-hotel y subo al piso + habitación indicada. Llamo y llamo y no me abre el hijo de las mil putas. Lo vuelvo a llamar, me había equivocado de aparta-hotel, estaba en el de la calle de enfrente.
Salgo corriendo como si me persiguiera el cadaver de Franco en poca paz descanse, entro en el ascensor y se para en otro piso porque lo había llamado un cliente. En ese momento derecho como un palo en medio del bosque me defeco encima. Aclaraciones:
Bañador BillaBong blanco de esos que te llegaban mas alla de las rodillas.
Empieza a sonar la 5 de Bethoven con la remesa de pedos y diarrea que me salia del culo.
Suerte que llevaba boxers, en ese momento cotizaba el llevar ropa interior de marca para presumir bajo el bañador, si no hubiera sido por eso, imaginaros el bañador holgado, cayendome la mierda por las piernas
El tío que subió al ascensor flipando, yo haciendo la trompeta anal y la diarrea que parecia que llevara un pastel desecho en el culo
Llegamos al Hall y salgo corriendo del ascensor y me escondo detrás de unos coches en el parking. Giro la cabeza para mirarme la parte posterior del bañador y toda manchada de mierda (Bañador blanco, repito), oliendo a vagabundo y parecía que salia de la prueba de la boda gitana.
Llamo al colega para que venga ipso-facto con una toalla para taparme, ya que del movimiento de salir corriendo me empezo a supurar la diarrea por las piernas.
Viene el chaval y me deja la toalla, vamos andando a lo que el hedor es tan heavy que todo el mundo se va girando. Llegamos al hall de su hotel y va a buscar la llave que tenian sus padres, que aún estaban almorzando. Mientras espero en el hall me viene otro apreton y me vuelvo a cagar encima, esta vez mas heavy que la anterior. Me vuelve a regalimar por las piernas, me intento lavar con la toalla y se me cae al suelo.
Subimos rápido a la habitación del chaval y me voy a la ducha cual perdiz. Al sacarme bañador + boxers cae un pastel de diarrea al suelo. La rapidez en que me saco ambos accesorios hace que manche la pared ligeramente como si de una ametralladora se tratara. Trato de limpiarlo pero imposible, pared pintada blanco, el mural ya estaba escrito. En el techo tambien quedan marcas de mi velocidad anal.
Intento limpiar el desperdicio del suelo, pero me entran arcadas muy heavys y termino vomitando del asco. El chaval fuera esperando para que me fuera. El crio no se podía creer lo que escuchaba.
Me duche, le dejé los boxers y el bañador en la papelera del lavabo, y el resto del condimento debidamente limpio, con un hedor de putrefacción digno de la visita de la propia muerte
Me fuí dignamente de la habitación y jamás volvía su casa por miedo a sus padres
PD: Escrito des de móvil, disculpad las faltas
Seré raro, pero nunca me ha pasado de tirarme un pedo líquido de esos.
La única vez que recuerdo cagarme encima fue en parvulitos. Recuerdo que estábamos en clase haciendo no sé que mierda de manualidades y yo estaba ligando con una niña que estaba sentada a mi lado y que claramente estaba sucumbiendo ante mis encantos. Llevaba un rato aguantándome la mierda ya que me daba cosa ir a cagar al baño porque por aquella época no sabía limpiarme bien, al final fue peor el remedio que la enfermedad porque me cagué encima sin previo aviso, por lo visto no controlaba bien los esfínteres todavía. La cuestión es que inmediatamente eso empezo a oler a puta mierda pero parecía que nadie más lo notaba, yo estaba perplejo porque era como haber cometido un crimen, tener las manos llenas de sangre y que nadie te diga nada. La niña seguía poniendome ojitos a todo esto.
Como siempre he tenido un intelecto implacable sabía que tenía que hacer algo a la de ya porque tarde o temprano se iban a dar cuenta, ya que el olor tiende a expandirse. Le dije a la profesora que me sentía mal y que llamara a mis padres para que me lleven, ella como buena funcivaga no puso objeción y si podía librarse de un crío mejor. Mi padre llegó enseguida ya que vivíamos al lado del colegio y por lo visto ese día no estaba trabajando. De camino a casa él tampoco parecía darse cuenta del pestazo y eso que me llevaba en brazos. Yo flipando y preguntándome hasta cuando iba a ser capaz de ocultar eso. Cuando llegué a casa mi madre también estaba y ella si que se dio cuenta y le echó la bronca a mi padre xD
Me tomé el batido de protes después de entrenar y me sentó fatal, estaba dentro del metro y creía que en cualquier momento se me escaparía, conseguí llegar a casa pero debajo de los pantalones llevaba unos tirantes de wrestling y ahí ya se me escapó todo xD.
Aguanté 20 min del gym a casa y no pude aguantar 10 segundos para quitarme los tirantes.
Hacía tiempo que no se me caían las lágrimas y me reía tan alto de madrugada leyendo un hilo. Grandes aportes, y con #66 es que también casi me cago encima, literal xD
Encima no, pero dar al palo un par de veces.
Una vez había quedado con mi novia, estaba haciendo tiempo esperando a que llegara cuando de repente sentí la llamada de la naturaleza como un grito desgarrador de lo más profundo de mis entrañas. Satanás debía de haber descompuesto mi interior con sus malvadas artes pues no podía contener la ponzoña que se estaba fraguando dentro de mi. Y mi novia llegaba en 10 minutos.
Tras un rápido análisis de la situación, y una breve visual del entorno en el que me encontraba, un centro comercial, mi mente estableció un plan de evacuación en cuestión de segundos. Comprobé que la mayoría de restaurantes con baños tenían pocos comensales y que mi entrada en ellos llamaría en exceso la atención, por lo que una única alternativa se vislumbraba ante mí, el baño del 100 montaditos.
El baño estaba localizado al final del local, y conocía que este tenía una salida trasera por la que emprender la huida una vez cometida la profanación que iba a llevar a cabo.
Cruce raudo y decidido el salón principal y enfile la puerta del baño sin cruzar la mirada con nadie por el camino. Afortunadamente, estaba vacío.
Entré dentro, agradecí a Dios y a todos los Santos del santoral que hubiera papel en el mismo, y conforme más cerca estaba de librarme del mal que se estaba cociendo en mi interior, la presión que éste ejercía sobre mí esfinter aumentaba como una olla a presión.
Me desabroche los pantalones como pude mientras un sudor frío recorría toda mi espalda, y no llegué a posar las nalgas en el inodoro cuando toda la podredumbre que corrompia mis tripas estuvo fuera de mí.
Aquello fue como una erupcion volcánica, con piroclastos proyectados a distancias que jamás pensé que el gas presente en mis intestinos pudiera expulsar, acompañado de un derrame torrencial de la más nauseabundo diarrea que jamás hubiese podido imaginar.
El resultado de aquello fue atroz. La mierda se había desparramado por el suelo y el asiento del váter, mientras que la visión del interior de la taza habría dado arcadas hasta al más morboso coprofilo. Aquello parecía sacado de un pantano de película de terror, un enfoscado marrón que cubría toda la porcelana fluyendo hacia un enorme montón de mierda, palpitante como si estuviese vivo, y que olía como una pila de cadáveres a medio descomponer después de un mes al sol.
Intente darle a la cisterna para que tan horrenda visión desapareciera de mi vista, y parte del aire dejara de estar viciado, cuando de repente, comprobé atemorizado que la cisterna no funcionaba.
Me limpié como pude, aguantando las arcadas dentro de ese cubículo infecto de aroma irrespirable, y volviendo a agradecer a todos los Santos que hubiese papel en el baño. Me abroche los pantalones, y salí de allí con toda la dignidad del mundo, escapando por la puerta de atrás del 100 montaditos.
Eche un vistazo atrás, y juro por lo más sagrado que sentí que la puerta de ese baño crepitaba aún desde la lejanía, como si de una puerta al Inframundo se tratase. A día de hoy sigo rezando por el pobre desgraciado que tuvo que entrar a limpiar toda esa inmundicia
