¿Somos esclavos del mercado?

Tr1p4s

LIBRE MERCADO

La dictadura del mercado es la democracia de los intercambios pacíficos, voluntarios y mutuamente beneficiosos. La democracia del Estado es la dictadura de los intercambios violentos, coactivos y unilateralmente provechosos. Simbiosis versus parasitismo.

Habitualmente oímos que vivimos sometidos a la dictadura de los mercados. Nuestras acciones quedan condicionadas por lo que dictan los precios, los costes o los tipos de interés, y no por nuestra voluntad. Aquello que no es rentable no llega a comercializarse y, a su vez, quien carece de dinero no es capaz de adquirir ni siquiera los productos más fundamentales: es la tiranía del vil metal, de la que sólo somos capaces de librarnos gracias al intervencionismo estatal. Pero, ¿qué significa exactamente eso de que vivimos sometidos al mercado? Y aún más importante, ¿qué implicaciones tiene que alguien, como el Estado y sus clientes, pueda vivir al margen de esa dictadura?

Recordemos: los agentes económicos dividen su trabajo para ser más eficientes a la hora de fabricar bienes y servicios con los que satisfacer sus fines. Si todos tuviéramos que fabricar todo aquello que necesitamos, seríamos tremendamente ineficientes y pobres. Piense por un segundo que usted debiera producir su propia comida, bebida, vestido, vivienda, mobiliario, televisores, módems, teléfonos móviles, satélites, etc. (incluyendo todos los materiales de los que éstos están compuestos). Parece claro que viviríamos en la miseria más absoluta, de ahí que hayamos optado por dividir nuestras ocupaciones y convertirnos en productores especializados y consumidores generalistas.

La cuestión es: ya que dividimos nuestro trabajo y no producimos todos los bienes que directamente deseamos, ¿a qué debemos dedicarnos cada uno de nosotros? Es decir, qué bienes deben producirse socialmente y, sobre todo, cuál es la manera más acertada de hacerlo. Y, como ya vimos, la respuesta a estas esenciales cuestiones nos la ofrecen los precios de mercado y los beneficios empresariales: que la producción de un bien sea rentable significa que los consumidores la valoran más que aquellas mercancías alternativas que podrían haberse fabricado; que un bien no sea rentable implica que los consumidores lo valoran menos que aquellos otros que podrían haberse creado con los factores productivos empleados.

Pero recordemos en todo momento qué hay detrás de esos consumidores: todo consumidor es un productor que se ha dedicado previamente a fabricar una serie de bienes que, a su vez, han sido adquiridos por otros consumidores/productores. El mercado, por tanto, sólo es el ámbito en el que unos y otros intercambian voluntariamente sus mercancías. Cuando todos los productores generan bienes rentables, todos los agentes salen beneficiados, pues todos obtienen como consumidores mercancías más valiosas que las que hubiesen podido crear con el tiempo y el esfuerzo que han invertido como productores. Cuando algunos productores generan bienes que no son rentables, algunos consumidores salen perjudicados pues no son capaces de adquirir mercancías más valiosas que las que hubiesen podido fabricar.

Esa, y no otra, es la famosa dictadura de los mercados: como formo parte de una división del trabajo mucho más amplia, mis posibilidades de producción y de consumo dentro de esa división del trabajo quedan limitadas por las valoraciones del resto de personas. Nadie puede consumir lo que quiere sin fabricar lo que otros quieren. Es decir, si queremos consumir lo que queramos, es necesario que, como productores, tengamos en cuenta lo que otros productores también desean poder consumir.

Por consiguiente, cuando una persona se queja de que está sometida a la dictadura de los mercados, sólo puede referirse a que no se le permite ignorar las preferencias de los demás a la hora de tomar sus decisiones de producción o consumo. En puridad, sin embargo, no es cierto que una persona se vea forzada a coordinarse con otras; todo el mundo es libre de abandonar la división del trabajo o de tratar de cooperar con otros individuos en organizaciones del trabajo más restringidas. Por ejemplo, la izquierda con pretensiones de "alternativa" intenta canalizar los intercambios por otros cauces: tiendas de trueque, comercio justo, comunas, etc. Asimismo, hay multitud de relaciones humanas que no se planifican en función de su rentabilidad monetaria: el amor, la amistad, la caridad o la vocación religiosa. Por tanto, si existen momentos en los que directamente nos salimos de la división del trabajo y optamos por otras formas de organizarnos, no puede hablarse de dictadura.

Sucede, sin embargo, que a la hora de fabricar bienes y servicios, no existe una alternativa real al libre mercado. Cuando uno se queja de que vive sometido a la dictadura de los mercados, lo que en realidad está diciendo es que los costes de abandonar la división del trabajo, de no querer participar en ella o de crear sistemas productivos aislados de los que nutrirse para su consumo diario, son tan descomunales que sería totalmente absurdo hacerlo. Es decir, quien denuncia la dictadura de los mercados en realidad le está rindiendo un inconsciente homenaje: "Aunque te detesto con todas mis fuerzas, facilitas tanto mi vida que no puedo abandonarte".

Los únicos que pueden vivir al margen del mercado son el Estado –pues sus recursos no los obtiene merced a intercambios voluntarios y mutuamente beneficiosos sino mediante la coacción– y quienes se refugian bajo sus faldas. Gracias a ello, ciertos individuos gozan de licencia para generar menos valor para otras personas del que ellas han generado para ellos. Por ejemplo, el consumidor que reclama ser subsidiado por el Estado para acceder a bienes que quedan fuera de su alcance en realidad está diciendo: "Quiero que los demás me entreguen bienes más valiosos de los que yo les doy a ellos"; por su lado, el productor que implora ser subvencionado por el Estado para continuar fabricando bienes que otros no desean está gritando: "Quiero seguir entregándoles a los demás bienes menos valiosos de los que yo les arrebato a ellos".

La dictadura del mercado es la democracia de los intercambios pacíficos, voluntarios y mutuamente beneficiosos. La democracia del Estado es la dictadura de los intercambios violentos, coactivos y unilateralmente provechosos. Simbiosis versus parasitismo.

Así pues, cuando oiga a alguna persona reclamar que la cultura, la prensa, la televisión pública, el carbón nacional, las automovilísticas, los oficios tradicionales, el cine patrio o cualquier otra ocupación debe ser subvencionada por el Estado para así sustraerse al mercado, al lucro o a la avaricia, tenga claro cuál es su auténtico mensaje: "Soy tan codicioso y tengo tan pocos escrúpulos a la hora de conseguir dinero, que en lugar de quebrarme la cabeza tratando de averiguar qué bienes y servicios necesitan los demás, prefiero arrebatárselo por la fuerza". O, como decía David Friedman, "los avariciosos capitalistas consiguen su dinero comerciando; los buenos progres, lo roban". Normal, pues, que intenten adornar un acto tan censurable con todo tipo de bellos ropajes: solidaridad, Estado del Bienestar, igualdad, dignidad, cohesión social o sectores estratégicos. Pero desengáñese: lo único que desean es que usted no se dé cuenta de que, en lugar de preocuparse por sus necesidades, le están esquilmando.


El artículo tiene ya un mes pero no me di cuenta al ponerlo, es sencillamente grande y muy esclarecedor. A partir de aquí empieza el debate, pero creo que ha quedado bastante claro.

6
O

Muy buen artículo aunque creo que cualquiera de los dos planes económicos llevados por el Estado son factibles siempre y cuando se hagan las cosas bien, con transparencia, cosa que no ocurre xD

T

El dinero es a la vez el problema y la solución. Asco.

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Urien

#3 Proyecto Venus.

4
B

A partir de aquí empieza el debate, pero creo que ha quedado bastante claro.

¿Claro el qué? ¿Que no hay debate? Acuestate 1 rato anda xD

PD: No me lo habia leido, empiezo y ¿que me encuentro?

La dictadura del mercado es la democracia de los intercambios pacíficos, voluntarios y mutuamente beneficiosos. <------------ LOL!!! ¿Por eso los alimentos con los cuales se especula suben de precio? ¿Por eso 1 persona con 100.000 euros influye lo mismo que 100.000 personas con 1 euro?

La democracia del Estado es la dictadura de los intercambios violentos, coactivos y unilateralmente provechosos. Si claro, por eso el estado cede becas para que estudie, mientras el banco no cede ningun dinero a no ser que lo devuelvas con intereses.

2 4 respuestas
B

Yo entendido que no deberia llevar las zapatillas adidas que llevo. Me voy a elche a por unas nuevas y mas baratas!

Azzazel

#5 ¿Y lo que me cobran por la SS? ¿Como le llamas a eso? Solo habláis de lo que os interesa coño. Yo veo bien que estudies con la beca que te da el estado, pero lamentablemente no todos son como tu.

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rackinck

¿Queréis aprender lo que realmente significa el libre mercado y la libertad económica? Leed Capitalismo y libertad o Libertad de elegir. Esas dos obras hacen más por el liberalismo que toda la parafernalia que os montáis algunos xD y que provocan que la gente lo rechace de plano.

#5 Se llama ley de la oferta y la demanda. Y a lo otro... desconocía que el Estado se inventase el dinero y lo repartiese amablemente sin ningún efecto pernicioso para nadie. Piruletas para todos.

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O

La idea base del libre mercado es buena, buscar el equilibrio entre la oferta y la demanda el cual se encuentra de forma automática según el precio del producto en el mercado. Los que unos está dispuesto a producir y los que otros están dispuestos a pagar.

Ojo, lo que busca el libre mercado no es lo más justo, sino la mayor eficiencia, producir lo que la gente quiere y venderlo todo. Con esto quiero llegar a que si el sistema está pensado de esta forma por más que nos empeñemos no podremos cambiarlo, habría que cambiar el sistema.

Esto no tiene solución, todo el mundo quiere más de lo propio y vender más, si no se puede se crea la necesidad de poseer algo. Si alguien cree lo contrario me haría un gran favor explicándomelo, los mundos ideales no existen.

Quizás me he enrollado demasiado :o_o: estoy un poco espeso

B

#7 Con la SS te cobran para invertirlo en educacion y sanidad. Otra cosa es que las personas que gobiernan (que no el estado) lo administren mal.

Los bancos tambien te cobran intereses y aun encima juegan con tu dinero en bolsa para sacarle mas beneficio. Con dinero que ni siquiera es suyo! ¿Cómo llamas tú a eso?

#8 El dinero que pagamos entre todos debe ir precisamente a nosotros mismos. Y no a la banca, o a entidades privadas, y eso es culpa de los gobernantes, no del estado.

PD: Seguid defendiendo un sistema basado en que se consuma lo maximo posible para que haya el mayor movimiento de dinero en un mundo con recursos limitados y una atmosfera cada dia mas dañada por el no-control y antiahorro.

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Tressilian

El mercado siempre terminara poniendo el dinero en las manos del que mas recursos tiene.

Ha sido asi siempre. Tanto con libre mercado como dictaduras.

Y aunque se repartiesen todas las riquezas del mundo equitativamente entre toda la población del mundo, al día siguiente habria gente rica y gente pobre.

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Headhunt

#11 El problema somos los humanos, porque todas las teorías económicas desde el comunismo más puro hasta el capitalismo de libre mercado más perfecto en teoría funcionan a la perfección, pero todos han fracasado, por la misma razón: determinadas personas controlan el poder económico y social, y solo se acuerdan de los del escalafon de abajo para exprimirles.

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B

El problema no son los mercados, el problema es el dinero.

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Tressilian

#12 Claro, el dinero llama al dinero. La putada esta en pertenecer al escalafón de abajo.

Pero como va en la propia naturaleza humana la avaricia y el querer mas esta claro que estamos jodidos.

Es cojonudo pedir que los ricos den mas a los pobres cuando eres pobre. Pero lo que esta claro es que aunque nos pese, habitualmente son los ricos los que crean trabajo con sus empresas y con sus recursos.

Es la pescadilla que se muerde la cola.

El mundo perfecto de turrón de girlache y piruletas de fresa no existe ya que hasta en las comunas hippys al final se pelean entre ellos porque hay unos que curran más que otros.

Así que estaría bien escuchar argumentos y soluciones que no consistan en blasfemar de los ricos y en echarles en cara lo que tienen.

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rackinck

#10 Precisamente lo que se desea es que el Estado no intervenga o tenga menos poder para no poder actuar con favoritismos o amiguismos, sino que sea simplemente la competencia quien decida, osease, cada consumidor en su elección individual.

Con respecto a lo del consumo, menuda chorrada has dicho. El capitalismo depende de una forma VITAL del ahorro, dado que si no... ¿de dónde sacas el capital que define el "capitalismo"? ¿Quién iba a prestar dinero al agricultor que necesita comprar un tractor para su campo? Además de que es uno de los factores por los que un país puede crecer más rápido (véase países con altas tasas de ahorro como los asiáticos recientemente). Nadie dice que no existan externalidades negativas como la contaminación y que se deben dejar pasar como están, pero de ahí a inventarte mundos paralelos como que no.

Lo que está claro es que el Estado debe tener dos funciones básicas interdependientes: garantizar que el mercado se desarrolle de forma óptima vía legislación y demás (garantizar una libertad que no coarte a ningún otro individuo), y garantizar la igualdad de oportunidades (de estudios, salud, etc). Las vías para conseguirlo son varias y hay varios grados según tu ideología, pero de ahí a cargarse el capitalismo y decir que es una caca sin más pues... es un argumento bastante pobre.

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Headhunt

#14 Estoy deacuerdo contigo, los empresarios crean trabajo con sus empresas y recursos, eso no lo dudo. Pero tienes que mirarlo también desde el prisma de que el trabajador produce un bien o servicio para la empresa, donde el empresario se lleva una parte (sin haber hecho el acto de producir el bien, se lo lleva por haber puesto sus recursos) y el trabajador se lleva otra parte. Si el empresario tiene ese capital o recursos, es gracias a que en el pasado ha ido acumulando esas partes del trabajo de los trabajadores.

Sin el trabajo de los de abajo, los empresarios no tendrían nada. Si fuera al revés existe el cooperativismo (más eficiente que la competencia).

2 respuestas
rackinck

#16 What. Si el empresario tiene ese capital es porque ha pedido un préstamo, porque ha heredado ese dinero, porque previamente se lo ha ganado como trabajador, porque le ha tocado la lotería... ¿O es que acaso ahora todo el mundo empieza sin dinero salvo los empresarios? XD. Claro que sin el trabajo de los de abajo los empresarios no tendrían nada, ¿Quién iba a producir si no? Pero los trabajadores sin empresarios no tendrían trabajo, no lo olvidemos. Y no son dos clases opuestas, uno puede hacerse empresario o trabajador por cuenta ajena cuando le de la gana.

2 1 respuesta
Headhunt

#17 ok, pero el prisma con que tu ves las cosas no para de repetirse en este tipo de hilos. Solo recuerdo que hay que verlo desde el otro prisma también.

El empresario necesita al trabajador tanto para producir bienes y riqueza para su empresa como para que consuma esos bienes. El trabajador no es indispensable que vaya asociado a un empresario, existe el cooperativismo, que es muy común en agricultura pesca, etc. y que administra más eficientemente los recursos que si fuera un régimen de competencia entre empresas.

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rackinck

#18 Es que al fin y al cabo el cooperativismo es lo mismo, solo que los propios trabajadores son también socios de la empresa. Pero lo mismo puede ocurrir con empresas que cotizan en bolsa y demás, tiende a hacerse una diferenciación empresario-trabajador que es un tanto falsa.

Y eso de que administra más eficientemente los recursos... demuéstralo.

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Headhunt

#19 Yo lo estudié en economía, y es cuestión de probabilidad y matemáticas, que también se repite en la ecología además de en la economía. La verdad mi mente no da como para describirte el problema así en una parrafada, voy a ver si encuentro algún enlace y te lo paso.

evilsol

y luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando nos damos cuenta de que los mercados han puesto sus ojos en las materias primas...a partir de aqui queda zanjado el tema.

Ninja-Killer

El problema no es el Estado o 'los mercados', sino las 4 personas que lo controlan..

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Tressilian

#16 Por eso a los empresarios se les llama emprendedores.

Muchos empiezan arriesgando con empresas pequeñas y gracias a su esfuerzo, su trabajo y su pericia empresarial llegan a lo mas alto.

El ejemplo más claro de eso es el de Zara. De tener una camiseria en una ciudad gallega mira a donde ha llegado.

No creo que se le pueda echar en cara nada, todo a sido trabajo, teson y suerte.

K
  • estado
  • mercado

Es una estupidez de slogan, pero desde luego prefiero la dictadura del estado ''democratico'', en el que se supone que decidimos todos, a la dictadura de los mercados, en la que deciden los grupos de inversores, que no amigo tr1p4s no son la mayoria de la gente, por mucho que se te llene la boca hablando de que el mercado es democracia 1000 millones pueden mas que 1000 euros.

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Kaiserlau

#13 esnoob tiene razon. El problema es la politica del dinero.

Headhunt

#24 Si la teoría es muy bonita, pero luego ocurren cosas como el ejemplo de Moodys que califico de triple A las hipotecas subprime para timar a los demás, o fitch que rebaja la nota de la deuda española simplemente para que sus socios hagan negocio a nuestra costa. Yo aqui no veo libertad niguna, dependemos de lo que digan 2 señores, y en función de eso, nuestro país se puede ver obligado a vender hasta los calzoncillos a un precio irrisorio.

Fascaso

#5 tiene razón XD si no recuerdo mal hace 2 años subio el precio del arroz una barbaridad por que "había" escasez y tenían la mitad almacenado, que suerte de mercado...

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iLoGik_LSD
bLero

La unica forma de disminuir el mercado es erradicando la obsolescencia programada y no va a suceder mientras se puedan sacar muchos mas beneficios.

Moler

Todo es malo si se abusa de ello.

Nacional Sindicalismo ya.

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