Sixpack 2 ~ Club de lectura semestral (septiembre - febrero)

A modo general, el libro me ha gustado

Entiendo que esta historia no deje indiferente a nadie, y que haya críticas tanto positivas como negativas. Los personajes no son fáciles y la historia tampoco lo es, pero al empezar el libro tuve la sensación que estaba delante de algo muy especial.
Para no hacer muy largo esto, voy a centrarme en Ignatius que para mi es el alma de este libro.

Al empezar a conocer a Ignatius, tuve la sensación de que se trataba de un personaje incomprendido. El título del libro, 'La conjura de los necios' me dispuso a no prejuzgar lo que leía, porque no quería convertirme en uno de esos necios que no entienden lo que ocurre a su alrededor.

Según el argumento avanza, empecé a dudar cada vez más de si el personaje es atemporal a la historia o simplemente se trata de un verdadero cretino, egoísta y manipulador.
Varios párrafos dan pistas de como se ve personaje a sí mismo.

"Solo me relaciono con mis iguales, y como no tengo iguales, no me relaciono con nadie"

"Siempre he sentido, en cierto modo, una especie de afinidad con la gente de color, porque su situación es igual a la mía: nos hallamos fuera del circulo de la sociedad norteamericana."

Él mismo cree que es diferente a los demás, que en principio no es nada malo, pero cuando demuestra creerse mejor que la sociedad en la cual vive, se deja llevar por la desesperación y por el hastío hacia el mundo que lo rodea.

"Myrna estaba, en fin, terriblemente comprometida con su sociedad; yo, por mi parte, más viejo y más sabio, estaba terriblemente descomprometido."

Ignatius debía sentirse muy sólo lo que hizo que empatizara algo más con él, porque su mentalidad de ver el mundo solamente en negativo demostraba que en parte se trataba de una persona en cierto modo enferma. Pero me equivocaba, porque en su afán de creerse mejor que los demás, prejuzga todo de la manera más contundente y cruda. En la escena donde se escapa para vomitar su furia en el cine, al ver una actriz en cierta escena éste grita:

"¡Asquerosa! -gritó Ignatius, escupiendo palomitas a medio masticar sobre varias filas- ¿Cómo se atreve a llamarse virgen? Con esa cara de degenerada. ¡Violala!"

Comprendí la ironía de este personaje: la sociedad que lo prejuzga, le rechaza y le ataca es un propio reflejo de su misma personalidad, la cual también prejuzga, rechaza y ataca a los individuos que viven en ella.
Para mi, Ignatius no es más que el espejo donde se mira esa sociedad y vuelca sobre sí misma el lado negativo de las cosas, ese egoísmo moderno, esa falta de compromiso, ese hedonismo tan característico de las culturas decadentes. Por eso, todos los personajes que realmente lo conocen le detestan (incluido su querida Myrna) porque se han mirado a sí mismos y no les ha gustado lo que han visto.

Al final, cuando Ignatius escapa de esa sociedad, al aspirar el aire salino del golfo, su válvula se abre, la jaqueca que lo atormentaba desaparece. Toma el pelo de Myrna, piensa en la ironía de su historia, se centra en algo sencillo y bello que no es más que esa agradable sensación de sentirse liberado, con los cabellos de su salvadora sobre sus rodillas, y con sus manos, se lleva el pelo de ella hacía su bigote y lo huele sintiéndose finalmente feliz.